Bruno Venanzi desapareció por completo de Standard tras la resolución del conflicto financiero con 777 Partners. El expropietario admite que pudo haber cometido errores, pero rechaza la acusación de haber llevado al club al abismo.
“Desde que me fui, la situación no ha hecho más que empeorar”, dice Venanzi en La importancia de Limburgo. Cuando vendió el club en 2022 a 777 Partners, parecía la mejor opción. “En aquel momento eran simplemente los mejores candidatos. PwC, un importante banco belga, un banco americano y la comisión de licencias aprobaron la venta”.
Venanzi describe cómo, basándose en las cifras de 777 Partners, no tenía motivos para sospechar. “Tenían 3.000 millones en activos. El primer pago se hizo correctamente, pero seis meses después empezaron a impugnar los pagos restantes a través de sus abogados”, afirma. Este tipo de situaciones eran nuevas para él: “Ya vendí grandes empresas, como Lampiris a Total, pero nunca había vivido algo así”.
Bruno Venanzi rechaza las acusaciones de los partidarios del Standard
La elección de 777 Partners se produjo tras una cuidadosa consideración, mientras que el grupo canadiense JKC Capital también estaba entre los candidatos. “Querían reducir el precio en el último momento, lo que me hizo dudar de una futura colaboración”, afirma Venanzi. Pidió a 777 Partners que hicieran un esfuerzo adicional, a lo que estuvieron de acuerdo.
En el plano profesional, Venanzi sigue activo, en particular en una empresa de consultoría y en proyectos inmobiliarios. Pero rechaza categóricamente las acusaciones de que abandonó Standard por descuido.
“Es fácil culpar al propietario anterior. Todo estaba en la sala de datos”, subraya. Venanzi considera uno de los mayores errores desde su marcha la decisión de los americanos de pedir un préstamo de diez millones en lugar de los quince millones de capital recomendados.
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