El proyecto inmobiliario “El Ghali” en Marrajech debía ser una oportunidad de inversión segura para muchos marroquíes y marroquíes residentes en el extranjero (MRE). Pero se convirtió en una prueba interminable. Los compradores, que esperaban regresar al país en buenas condiciones de vivienda, se encuentran hoy inmersos en un caso que revela los excesos del sector inmobiliario marroquí.
Presentado inicialmente como un proyecto inmobiliario ambicioso y atractivo, el proyecto inmobiliario “El Ghali” del grupo Faali se ha convertido en un símbolo de los excesos del sector inmobiliario en Marruecos. Los retrasos en las entregas se han multiplicado, sumiendo a los compradores en situaciones financieras y psicológicas extremadamente difíciles.
Al no poder ocupar las viviendas en las que habían invertido importantes sumas, algunos compradores hablan hoy de una pesadilla. Los plazos de entrega, ampliamente superados, generaron costes imprevistos. Pero también la imposibilidad de encontrar alojamiento para quienes esperaban poder instalarse en Marruecos en buenas condiciones.
Aumentan las acusaciones de fraude y aumenta la movilización
Los múltiples retrasos y el silencio de los promotores alimentaron el enfado de los compradores, que no tardaron en denunciar prácticas consideradas fraudulentas por parte del promotor y de la constructora promotora del proyecto. Faali a Omrane. Acusada de haber vendido el mismo apartamento a varias personas y de haber aprovechado el dinero de los compradores para desaparecer, esta empresa es objeto de numerosas denuncias. Según los testimonios, cada comprador pagó al promotor más de 700.000 dírhams por apartamentos que aún no han visto la luz.
Ante esta situación, las víctimas se unieron para intentar hacer oír su voz. Se organizaron protestas, se firmaron peticiones y se iniciaron procedimientos legales para exigir reparación. Abrumados por la magnitud del escándalo, los compradores pidieron la intervención directa del rey Mohammed VI para ordenar una investigación en profundidad y para que la prefectura de Marrakech así como el Ministerio de Planificación Territorial, Urbanismo, Vivienda y Política Urbana estén tomando medidas concretas. . Los compradores esperan que esta intervención real ayude a resolver la situación y obtener justicia para los cientos de personas afectadas por esta estafa.
Una crisis de confianza en el sector inmobiliario
El escándalo “El Ghali” refleja una crisis de confianza en un sector ya debilitado, en particular para los marroquíes que viven en el extranjero, a menudo tentados por inversiones inmobiliarias en Marruecos. Este escándalo plantea dudas sobre la protección del consumidor, la responsabilidad de los promotores y la necesidad de mecanismos de control más estrictos. Recientemente otro escándalo inmobiliario afectó a un proyecto en la ciudad de Tánger. Finalmente, el mes pasado, varios promotores fueron detenidos en un caso de malversación de fondos destinados a la construcción de viviendas sociales.
Mientras esperan respuestas claras, los compradores siguen esperando que la justicia y la regulación tengan prioridad sobre la impunidad y la opacidad, para restablecer la confianza en el sector.crim
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