La revelación de Johnathan Kovacevic sobre su transacción arroja una luz sorprendente sobre los juegos de poder dentro de la dirección de los Montreal Canadiens.
Cuando Kovacevic dijo a los medios que fue Jeff Gorton, y no Kent Hughes, quien gestionó su marcha a los New Jersey Devils, inmediatamente surgió una pregunta: ¿quién está realmente a cargo del CH?
¿Habría cometido Gorton el error de dejar ir a un defensor de calidad que, hoy en día, destaca en el top 4 de los Devils?
“Me queda un año de contrato y, por su parte, tienen selecciones de primera ronda que están intentando desarrollar: David Reinbacher, Mailloux, Barron. No habría habido espacio para ellos.
Jeff Gorton me explicó esto. El año pasado sentí que iban en esa dirección. Lo entiendo y estoy agradecido de que me hayan dado este nuevo comienzo. Podría haber terminado en muchos lugares. Me alegro que esté aquí. »
Para los partidarios y observadores, esto deja un regusto amargo y expone una serie de decisiones estratégicas que parecen cada vez más cuestionables.
Kovacevic, sin sentirse resentido, no dejó de señalar que pensaba que los Habs lo habían “subestimado”.
Según él, su salida fue una cuestión de contexto, juventud y planes a largo plazo. Gorton, según le aseguró, tomó la decisión para dejar espacio a prospectos defensivos como David Reinbacher, Logan Mailloux y Justin Barron.
Sin embargo, esa estrategia hoy está en duda: Reinbacher está lesionado y podría perderse la temporada, Mailloux no estaba listo para la NHL y fue enviado de regreso a Laval, y Barron aún tiene que demostrar que puede desempeñar un papel destacado en la alineación.
Mientras el CH intenta “tapar” los agujeros, incluso moviendo a jugadores zurdos (Guhle, Struble) hacia la derecha para llenar los huecos, Kovacevic brilla en Nueva Jersey.
Al jugar casi 21 minutos por partido y asumir un papel vital en los penales, demostró que estaba listo para asumir más responsabilidades.
Su producción de seis puntos en 15 partidos es sólo la guinda de su florecimiento en un entorno que apuesta plenamente por él.
Para aumentar la frustración de los fanáticos de Montreal, el intercambio de Kovacevic fue orquestado por una simple selección de cuarta ronda.
Una suma insignificante para un jugador que ahora juega entre los cuatro primeros de un equipo en ascenso. ¿Gorton y Hughes, demasiado concentrados en sus esperanzas defensivas, cometieron un error monumental al liberar a un defensor con un potencial infravalorado? En cualquier caso, esto es lo que tienden a demostrar las actuaciones de Kovacevic.
Este tipo de decisión demuestra cierta arrogancia por parte de la dirección.
Una mísera selección de cuarta ronda para un defensa tan confiable que es tan querido en la sala es ridícula.
La decisión de dejar ir a un jugador tan sólido para liberar espacio para prospectos aún inciertos parece cada vez más un error de juicio que sirve como recordatorio tanto de la dura realidad de la NHL como del peso de cada decisión.
Especialmente si fue Gorton quien lo obligó.
Mientras Kovacevic se prepara para enfrentarse a su ex equipo sobre el hielo este jueves, es difícil no ver un “malestar” dentro de la organización de Montreal.
Jeff Gorton, en su ambiguo papel entre jefe y administrador en la sombra, claramente ha tomado decisiones importantes que, en retrospectiva, son una desventaja para el equipo que está tratando de construir.
Hughes no es el verdadero gerente general. Jeff Gorton lo es. Es hora de hacerlo realidad.
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