Sin embargo, obtuvo un pasaporte y huyó del país en 1988 hacia Belgrado, Yugoslavia, con el objetivo de unirse al Estrella Roja. Considerado un desertor por las autoridades rumanas, fue suspendido y condenado a 10 años de prisión por alta traición. Durante un año, Belodedici jugó con un nombre falso en el filial del club serbio hasta que un golpe de Estado derrocó a Ceausescu. Esto llevó a que la UEFA, Yugoslavia y Rumanía negociaran para levantar las sanciones que pesaban sobre el jugador.
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