En una mordaz advertencia a los aficionados de los Montreal Canadiens, Elliotte Friedman habló de una realidad que muchos aficionados esperaban evitar: no hay atajos para acelerar la reconstrucción del CH, salvo atraer con éxito a un jugador de élite, como el impacto que tuvo Artemi Panarin con los Rangers bajo la dirección de Jeff Gorton.
El próximo verano, la escasez de opciones disponibles hace que la situación sea aún más compleja, y Friedman advierte que para realmente esperar cambiar el equipo, CH debe apuntar a un jugador del calibre “Panarin 2.0”.
Y para él, este jugador sólo puede ser uno: Mikko Rantanen.
Rantanen, uno de los mejores ala-pivotes de la NHL, a menudo se ve eclipsado en Colorado por superestrellas como Nathan MacKinnon y Cale Makar.
Sin embargo, su impacto es innegable: desde la temporada 2019-2020, ocupa el octavo lugar entre los máximos anotadores de la NHL con 408 puntos, superando a nombres como Sidney Crosby y Steven Stamkos.
Esta producción ofensiva lo convierte en uno de los jugadores más productivos de la liga, un arma ofensiva líder.
Pero la idea de que Rantanen se vaya parece difícil de imaginar. Colorado ya está bajo presión con los fuertes contratos de MacKinnon, Makar y Devon Toews, sin mencionar a Landeskog, Nichushkin y jugadores secundarios como Samuel Girard y Artturi Lehkonen.
Los Avs están constantemente haciendo malabarismos con las limitaciones salariales y, aunque se han beneficiado de la ayuda de la lista de lesionados de larga duración (LTIR) y del próximo aumento del tope salarial, la situación sigue siendo precaria desde el punto de vista financiero.
Esto abre la posibilidad de que Rantanen, a pesar de su importancia, pueda poner a prueba el mercado si Colorado no logra administrar sus finanzas.
El CH, con su desesperada necesidad de un delantero estrella capaz de cambiar el juego, debería recurrir a Rantanen.
Más accesible que jugadores como Mitch Marner, que nunca se vería vestido de azul, blanco y rojo, Rantanen podría representar el shock tan esperado para acelerar la transición del CH a un equipo competitivo.
Además, ya tiene vínculos con Patrik Laine, que es un buen amigo y compatriota. La incorporación de Rantanen permitiría a CH llenar sus vacíos ofensivos, mejorar su juego de poder y establecer un top 6 formidable que podría competir con los mejores de la liga.
También se mencionan otros nombres para el verano de 2025, como Nikolaj Ehlers, extremo también cercano a Laine, y Brock Boeser, que podría reforzar el ataque de Montreal.
Pero Friedman y varios observadores coinciden en que el único que realmente tiene la estatura de “Panarin 2.0” sigue siendo Rantanen.
Para los Montreal Canadiens, está claro que un jugador de este calibre podría marcar un punto de inflexión en su reconstrucción.
Sin esa incorporación, el equipo corre el riesgo de hundirse en una reconstrucción que, en última instancia, podría acabar desanimando a los aficionados más apasionados.
La advertencia de Friedman es, por tanto, una realidad difícil de asimilar, pero también da una dirección: si el CH realmente quiere volver a la carrera, tendrá que atacar con fuerza y apuntar alto.
Sobre todo porque las tensiones entre el atacante y quienes rodean a Avalanche se han intensificado desde hace algún tiempo. Rantanen no sólo está frustrado por la falta de conversaciones para una extensión de contrato, sino que también ha entrado en conflicto abierto con Ismo Lehkonen, el padre de Artturi Lehkonen, quien es un reconocido analista en Finlandia.
Ismo Lehkonen se apresuró a criticar la ética de trabajo veraniego de Rantanen, insinuando que pasó un verano de fiesta en detrimento de su entrenamiento. Rantanen nunca aceptó ser atacado así.
“Está inventando historias. Cállate ahora. Si hablas en contra de los demás, será contraproducente para ti. » respondió.
Esta confrontación pública provocó un escalofrío dentro del equipo, creando un malestar evidente en el vestuario.
La situación es tanto más urgente cuanto que Rantanen, claramente irritado por la ausencia de discusiones concretas para una prórroga, podría mostrarse más receptivo que nunca a la idea de una salida.
Especialmente si hay finlandeses en Montreal. Joel Armia no estará, pero Patrik Laine y Oliver Kapanen sí estarán presentes
Para Kent Hughes, Jeff Gorton y CH, la oportunidad es real. Rantanen es el jugador ideal para revivir a Montreal en la carrera por la Copa Stanley.
Realmente es hora de observar de cerca a quien realmente podría cambiar la cara de este equipo.
Mikko Rantanen, con su talento y su sed de reconocimiento, él que quiere ser el “número uno” y no el eterno tercero detrás de MacKinnon y Makar, es quizás el “Artemi Panarin 2.0” del que Montreal necesita por fin dejar de hablar. reconstrucción.
Rantanen en Montreal…con qué soñar…
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