Christian Gousseau, de 59 años, casado y padre de dos hijos de 33 y 30 años, es natural de Martillac desde hace una veintena de años. Este exsoldado cuenta con 37 años de servicio en el ejército, de los cuales una veintena en las unidades de combate de paracaidistas y de infantería de montaña. En este contexto, cumplió “misiones psicológicamente traumáticas”, afirma.
Resiliencia a través del deporte
Christian Gousseau siempre ha sido deportista y, a los 40 años, decidió participar en el maratón de La Rochelle, animado por Catherine, su esposa. Recurrió a este deporte para “encontrar una terapia y una salida a estas heridas invisibles”, como llamamos modestamente a los trastornos psicológicos vinculados a las misiones militares tan delicadas como difíciles.
Fue en 2017, después de reencontrarse con los maratones franceses, cuando Christian Gousseau descubrió el World Marathon Majors (WMM), una competición internacional creada en 2006, que reúne las principales carreras anuales de maratón, Tokio, Londres, Boston, Berlín, Chicago y Nueva York. York. Por eso asumió un nuevo desafío: correr estos seis maratones para ayudar en su reconstrucción.
Así que aquí está en Nueva York en 2017, luego en Tokio, Chicago, Londres y Berlín en los años siguientes, con tiempos entre 4h01m y 3h23m, lo que no le impide participar en otras pruebas: seis días de la Marathon des Sables en Marruecos en 2022, una estela para los heridos de guerra en Escocia, en 2023, de donde regresa como medallista de oro y un maratón en Washington como empujador de un soldado herido.
Poseedor de cinco medallas WMM, a Christian Gousseau le queda conseguir la sextami a su récord al correr la legendaria Maratón de Boston, creada en 1897, en la primavera de 2025. También tendrá la medalla de las Seis Estrellas, lo que no le impedirá continuar con las competiciones que le han ayudado, además de a su familia, a recuperar poco a poco un cierto bienestar.
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