Miles de colchones, almohadas, mesas, material deportivo… la villa olímpica de Saint-Denis que acogió a los atletas de los Juegos Olímpicos de París está casi ya medio desmantelada y su mobiliario se encamina a una segunda vida, detallaron el jueves los organizadores.
Los Juegos fueron un éxito, con 12,1 millones de entradas vendidas, entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos combinados, frente a un récord anterior de 11 millones, y un verdadero fervor del público.
Y la villa olímpica, situada al norte de París, en el departamento de Seine-St-Denis, que cuenta con 1,6 millones de habitantes, un tercio de los cuales vive por debajo del umbral de pobreza, pronto comenzará su segunda vida, acogiendo, en particular, viviendas de larga duración.
A partir del verano de 2025, unas 2.800 viviendas acogerán a 6.000 nuevos residentes, y también se crearán dos grupos escolares, oficinas para 6.000 empleados, comercios, etc.
Por ahora, los muebles y colchones de la villa olímpica se donarán especialmente a la organización benéfica Emmaüs. “54.000 muebles”, “9.000 colchones”, “11.000 almohadas”, explicó durante una videoconferencia de prensa una representante de la fundación CMA-CGM, Marion Dupuy, que garantizará la logística del transporte mediante 420 camiones.
“Esto representa entre uno y dos años de donaciones”, explicó Gwendoline Lafarge, responsable del proyecto de los Juegos Olímpicos de Emmaüs Défi, citando 1.700 edredones.
La empresa japonesa Airweave, que suministró los somieres de cartón y los colchones modulares para las camas de los atletas, recordó que en total unos 16.000 colchones irán al ejército, a la Escuela de la Ópera de París o al hotel Tsuji.
El pueblo, que acogió a más de 14.000 personas en pleno verano, cerró el 10 de septiembre y las llaves deberán entregarse a los promotores a finales de octubre, recordó su director, Laurent Michaud.
También es necesario desmantelar infraestructuras temporales como el centro de acogida o el centro multirreligioso de la villa olímpica. “800 personas trabajan actualmente” en el desmantelamiento, con un flujo de 40 camiones diarios y, lo que es más inusual, “un equipo de 10 personas hace inventario de las 45.000 llaves” del pueblo, afirmó Michaud.
Por su parte, Pierre Cifarelli, director de una empresa solidaria con sede en Aubervilliers, recuperará materiales de construcción del pueblo y “les encontrará un nuevo uso”, en particular “varias toneladas de estructura metálica” y “telas de sombra acústica”. », propuso a una empresa que crea “pufs de exterior”, o incluso “miles de metros cuadrados de suelos de madera”.
Los promotores, que ya han comenzado a comercializar los apartamentos, tienen que hacer algunas reformas.
La Sociedad de Ejecución de Obras Olímpicas (SOLIDEO), que coordina esta fase del “legado”, cuenta con “14 meses para garantizar la reconversión total del proyecto urbano”, con espacios públicos y la transformación de los edificios, explicó su director Henri Specht.
Los primeros residentes de este nuevo distrito “deberían llegar en el otoño de 2025”, afirmó.
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