Vincent Labrune fue reelegido cómodamente este martes como presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) hasta 2028 por los miembros del consejo de administración del organismo.
A pesar del fiasco de los derechos televisivos de la Ligue 1 y del clima envenenado que reina en el fútbol francés, el ex presidente del Olympique de Marsella, de 53 años, ganó con 14 votos de los 17.
Su oponente, Cyril Linette, exdirector del departamento de deportes de Canal+, del diario L'Equipe y del PMU, obtuvo dos votos y un voto en blanco.
“A propuesta del consejo de administración, la asamblea general eligió a Vincent Labrune presidente de la LFP en la primera vuelta (85,67%)”, oficializó la LFP en su cuenta X (ex-Twitter), confirmando una información obtenida por AFP de fuentes del consejo de administración.
Al presidente saliente se le había prometido inicialmente una reelección sin oposición, pero la ministra dimitida de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, había pedido a la Unión de Actores del Fútbol (UAF) que revisara su posición y concediera a Cyril Linette su patrocinio esencial para que pudiera presentarse a la presidencia de la LFP.
Vincent Labrune, en el cargo desde 2020, fue reelegido con facilidad a pesar de haber vivido grandes turbulencias durante su primer mandato, y sobre todo en su último año, en torno a la renegociación de los derechos de televisión.
Tras prometer mil millones de euros por temporada y ver fracasar la licitación, la LFP tuvo que tragarse sus ambiciones y vender partidos de la L1 por un total anual de unos 500 millones de euros a DAZN y beIN Sports.
Una caída significativa respecto a los 624 millones de euros negociados durante el ciclo anterior y una catástrofe para las finanzas de algunos clubes franceses.
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