Entrenados por un francés, los italianos del equipo Luna Rossa dominaron el inicio de las rondas preliminares de la America's Cup en Barcelona. Finalistas de la última edición, cuentan con la continuidad para vengarse del defensa neozelandés.
“Somos un grupo con experiencia, donde hay mucho respeto y una forma de comunicarse idéntica. Me lo estoy pasando genial en mi papel de entrenador”, explica el regatista francés Philippe Presti, con una larga lista de logros en la America’s Cup.
Táctico del desafío italiano en 2007, después de una larga carrera en la vela olímpica, este girondino de mirada clara ganó luego la jarra de plata en dos ocasiones como entrenador jefe con los estadounidenses del Oracle (2013, 2017).
En 2021, llevó al Luna Rossa a la final del trofeo deportivo más antiguo del mundo, llevando a los kiwis al límite en Auckland antes de finalmente perder siete carreras a tres.
Pero lejos de desanimarse, el desafío rojo y gris, creado en 1997 por el italiano Patrizio Bertelli –responsable de la marca de prêt-à-porter Prada– ha conservado casi toda su fuerza y ha vuelto a funcionar desde hace tres años en su sede de Cagliari.
– Retador de referencia –
“Hemos invertido mucho en el desarrollo del nuevo AC75, en dominar las herramientas informáticas y en formar a los chicos, no sólo a los timoneles, sino también al equipo de tierra”, afirmaba Presti a principios de septiembre bajo el sol de Barcelona.
Sus hombres dominaron la competición durante las pruebas de este preámbulo de la America's Cup, que se utiliza para designar al rival del Team New Zealand. En vísperas de la última jornada de competición, el domingo, el balance es más que evocador: 6 victorias y 1 derrota.
Sin embargo, los italianos no están del todo satisfechos. “Estamos encantados con la posición que ocupamos, pero es el principio. Hay potencial, pero también segundos por ganar”, opina Presti.
En el agua, la mayoría de los equipos alternaron entre pequeños problemas técnicos y errores tácticos durante diez días. El barco de Luna Rossa siempre voló sobre sus foils, virando de forma limpia y eficiente, independientemente de las condiciones meteorológicas.
“Es un trabajo quirúrgico”, reconoce Thierry Douillard, entrenador del equipo francés del Orient Express. “Son el rival de referencia: un gran equipo que aplica su plan de juego, con dos timoneles acostumbrados a navegar en estos barcos”, opina.
– “No se hace nada” –
Al igual que Presti, el italiano Francesco Bruni y el australiano James Spithill se quedaron después de la temporada pasada, a pesar de las drásticas selecciones organizadas internamente. Ambos compiten en la Copa América desde la década de 2000.
Y ellos también prefieren jugar la carta de la humildad en esta fase. “No hay nada hecho. Estamos navegando bien, pero todos los equipos están a un nivel bastante similar”, declaró Bruni el jueves después de su quinta victoria consecutiva.
“Estoy seguro de que habrá altibajos. Tendremos que tener los hombros fuertes para los momentos difíciles”, advirtió con seriedad. Solo el equipo inglés Ineos y los neozelandeses han logrado mantener a raya al Luna Rossa desde el comienzo de estas rondas preliminares.
Pero dado que los kiwis ya se han clasificado para la gran final del próximo octubre, como defensores oficiales, la carrera perdida no contó para la clasificación general.
El choque, sin embargo, sirvió como una llamada de atención para Presti y sus tropas. “Si sólo tratamos de ser los mejores de los rivales, no será suficiente, tenemos que ser mejores que los kiwis”, dijo el entrenador.
Tras seis campañas, el francés conoce muy bien la brutalidad de una competición de estas características, que exige una importante inversión económica: “Puedes hacer una Vendée Globe, acabar último y contar una gran historia, pero en la Copa, si quedas segundo, ¡te vamos a tirar tomates!”.
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