
Mientras el gobierno explica que no quiere un aumento general de impuestos, el Primer Ministro anunció que aumentaría el impuesto sobre el seguro médico complementario. La explicación esgrimida es que habrían aumentado demasiado las aportaciones, anticipándose a las reducciones de reembolso anunciadas por el difunto gobierno de Barnier, y que finalmente fueron abandonadas.
¡Pero qué mentira! El aumento de los últimos años está relacionado en gran medida con el reembolso periódico de un cierto número de servicios, el más reciente de los cuales es el aumento de los copagos de los gastos dentales, del transporte sanitario e incluso de determinados medicamentos. Así, el aumento medio de los precios de las mutuas desde 2020 ronda el 30%.
El escándalo es que el Estado ya cobra un impuesto sobre el seguro médico complementario de casi el 14%, que se utiliza para financiar la protección sanitaria universal (antigua CMU) y el seguro médico complementario solidario. Este impuesto es especialmente injusto, porque el tipo de los pagos complementarios es uniforme, lo que significa que los más pobres pagan proporcionalmente más que los más ricos y garantizan la mayor parte de la solidaridad con los más pobres que ellos.
“Hoy son los pobres los que pagan y los ricos los que se atiborran. »
Un aumento adicional de este impuesto impedirá que las mutuas puedan reducir el nivel de sus contratos el próximo año. Esta debería ser la regla para financiar nuestro sistema sanitario: si un año los gastos son superiores a lo previsto, las cotizaciones aumentan el año siguiente, pero disminuyen si es al contrario. Esto existe en Francia con el régimen especial de Alsacia-Mosela, que recientemente aumentó su tasa de cotización del 1,5% al 1,4% del salario.
El impuesto merece otro enfoque que sea aceptado por los ciudadanos. Debe ser proporcional a los ingresos. Sin embargo, hoy son los pobres los que pagan y los ricos los que se atiborran. Prueba de ello es la explosión de los dividendos de las empresas CAC 40, que alcanzaron los 100 mil millones de euros. Empresas que también eluden vergonzosamente el pago de impuestos en Francia, lo que significa que su tipo de retención es inferior al 5% mientras que el de las PYME alcanza el 25%.
Así que, señores Macron, Bayrou y otros, dejen de mentir a los franceses. Es posible equilibrar las cuentas de la Seguridad Social, incluida la rama de jubilación, gravando estos dividendos al 25%. Esto liberaría 25 mil millones de euros para que la Seguridad Social ya no esté en “déficit” y podamos derogar la reforma de las pensiones. La conclusión es que debemos eliminar los impuestos injustos y gravar a quienes acumulan una riqueza que a nosotros nos falta para asegurar la financiación de nuestro sistema sanitario y de nuestros servicios públicos.
Los medios que los multimillonarios no pueden permitirse
No estamos financiados por ningún multimillonario. ¡Y estamos orgullosos de ello! Pero nos enfrentamos a desafíos financieros continuos. ¡Apóyanos! Tu donación estará libre de impuestos: donar 5€ te costará 1,65€. El precio de un café.
¡Quiero saber más!