Aunque su equipo terminó el año fuerte, con tres victorias en cuatro partidos, y el Stade Monois está a sólo cinco puntos del sexto lugar, el entrenador del club landés, Patrick Milhet, se niega a hablar de clasificación.
Antes del descanso, su equipo se había embarcado en un bloqueo de todo peligro. Con tres victorias en cuatro partidos, ¿quedó satisfecho?
Si hago balance de la primera parte del campeonato, es decepcionante. No estamos para nada en los objetivos, ni hablar de cualificación ni nada. Me refiero al menos a ganar los partidos en casa. Esta es la base. Hemos perdido tres veces en casa, es muy decepcionante. A partir de ahí, uno no puede conformarse con la primera parte. Todos estaban preocupados, o todavía están preocupados, por el grupo, pero creo que demostraron grandes cosas, un gran rugby, una gran determinación, un compromiso en partidos importantes. Pudimos ganar en Angoulême, en Oyonnax. Vencimos a los seis mejores equipos en casa: Grenoble, Biarritz, Brive, Béziers. Desde el punto de vista contable no vamos por buen camino, pero en materia de rugby, en el último bloque, quiero decirles que es positivo. Sobre el papel, nos veíamos perder en Oyonnax, pensábamos que el equipo iba a estar en dificultades contra Grenoble y Béziers, pero ganamos en Oyonnax, vencimos al Grenoble en casa. Así que sí, tuvimos dificultades en Valence, pero creo que los jugadores ya tenían la ventaja en Béziers, al que también vencimos. Volviendo a su pregunta, estoy satisfecho, en general, con el plan contable, con la clasificación británica, pero sobre todo con el estado de ánimo y el contenido.
¿Qué crees que ha cambiado desde la bofetada que recibiste contra Dax?
¡Hubo falta de precisión en la conquista! En el partido en Dax no logramos concretar nuestros mejores momentos. Aceptamos 40, golpes así, aguantamos más, pero lo que duele es que es un derbi. El caso es que tuvimos algunos momentos destacados que no marcamos ese día. Vinieron y marcaron con demasiada facilidad. Además, contra Dax no tuvimos el balón, cometimos errores estúpidos y no teníamos el balón para conquistar. A partir de ahí es difícil competir. Los entrenadores jóvenes también deben poder orientarse y saber orientarse en el grupo. Son cosas que se hacen poco a poco, que requieren mucha concentración y precisión. Simplemente está sucediendo…
¿Los últimos buenos resultados permiten al Stade Montois revisar al alza sus ambiciones?
No ! Hoy nos abstenemos de mirar hacia arriba, no podemos permitirnos el lujo de hacerlo en relación con lo sucedido. Tenemos dos partidos, si perdemos nos romperemos las rodillas. Allí, nuestro objetivo es alimentar las clasificaciones británicas. Estamos en +2, debemos alejarnos de la zona roja lo más rápido posible. No se hace nada. ¡Estamos satisfechos de haber hecho un muy buen bloque, pero no nos salvamos! Todos los equipos necesitan puntos, habrá un sprint enorme en la segunda parte del campeonato. Allí nos enfrentamos a dos equipos que están jugando para mantener su posición, luego nos enfrentaremos a equipos que quieren quedarse o entrar entre los seis primeros. Va a ser muy, muy difícil.
¿Escuchan los jugadores este discurso, tras este último bloque que acercó al equipo a los seis primeros?
Es un grupo lleno de humildad, sano y con ganas de hacer cosas buenas. Son conscientes de que no pueden estar en la piel de un equipo que necesariamente debe estar entre los seis primeros. Ahí el grupo es consciente de que hay que seguir salvando al club, para alejarnos de la zona roja. Desde el momento en que empecemos a alejarnos de la zona roja, eso significará que tuvimos buenos partidos, que hubo contenido y eso nos traerá puntos en el contador y en los británicos. Ganar en casa es bueno, pero no suficiente. Necesitamos mejorar la clasificación británica buscando puntos fuera de casa o bonificaciones ofensivas en casa. Estaremos realmente concentrados en eso. Después queremos poder reproducir las actuaciones que pudimos lograr en los últimos partidos. ¡Es importante! Si el grupo es consciente de que es capaz de jugar este rugby, quiero decirles que la segunda parte será un poco más sencilla.
¿Qué más se puede esperar de 2025?
El potencial del grupo está ahí. Esta primera parte de la temporada ha sido una montaña rusa. Éramos capaces de hacer el bien, el muy bien o el mal. ¡Ni siquiera pasamos por la casilla promedio! Colomiers, Aurillac y Agen son equipos de nuestro nivel, pero estábamos perdiendo el empate. No quiero que esto vuelva a suceder. Esto no es posible. Espero que para 2025 el grupo se dé cuenta de su valor y pueda desempeñarse bien en todos los partidos. Todo. Les pido que lo hagan bien en estos quince partidos. Es imposible que hayamos hecho una actuación como la que pudimos hacer en Niza, consiguiendo 40 en el derbi, o casi 40 en Valencia. Estoy dispuesto a aceptar perder partidos, pero no en condiciones en las que estemos mal.
Estás atacando el 2025 con dos viajes. ¿Es esto algo bueno o malo?
Siempre es complicado volver de vacaciones y entretener a la gente. El momento de volver a meter los organismos en la lucha, en la competición, siempre hay un mini tiempo de adaptación. Lo primero, prefiero viajar, lo segundo, preferiría recibir. Nos vamos a Aurillac, que ganó en casa, que es muy difícil de maniobrar, porque es muy denso. Tendrás que ir allí con el casco de combate con púas y poder competir contra un grupo grande.
El club formalizó este martes la llegada de Mosese Dawai y Harison Mataele. ¿Qué esperas de ellos?
Tendrán que aclimatarse al club, a la temperatura, al sistema de juego, para poder mantenerse en el cuadro. Son dos jugadores que juegan a un gran nivel. Harison Mataele forma parte de la selección nacional de Tonga. Mosese Dawai jugó con los Highlanders. Espero que aporten valor añadido y energía al grupo. Ahora bien, no son magos. No van a agitar una varita mágica y cruzar el campo. Les llevará tiempo adaptarse a nuestros principios y luego aportar esta energía, este pequeño extra, que revitalizará el grupo. También traerán una competencia sana.
¿Cuándo tenéis pensado lanzarlos?
Lo más rápido posible, tan pronto como consideremos que están listos. Será más fácil para Mosese que para Harison, que tendrá que tener en cuenta el toque y la distribución del juego delantero.