Tercer éxito de la semana para el Lausanne Hockey Club. Los leones dominaron ampliamente a sus mejores enemigos de Genève-Servette y ganaron 3-0.
El sábado por la tarde ya era Navidad en el Vaudoise Aréna. Abeto en el kop de los ultras (sí, realmente un seguidor vino con un abeto real en medio del giro oeste), los copos de nieve invadieron el Videotrón y los tradicionales suéteres de fin de año (con la imagen del LHC) adornaron las gradas. Y como guinda del pastel (o estrella del árbol), un derbi del Lago Lemán para terminar bien el año en Lausana.
Introducción exitosa
Partido de Navidad ciertamente, pero los Leones no dieron ningún regalo. Desde el inicio la intensidad estuvo al máximo. Sin embargo, los ginebrinos ejercen mucha presión sobre Kevin Pasche. Los jugadores del Lausana necesitaron unos minutos para meterse de lleno y por un momento pensamos que iban a ser dominados.
Pero justo cuando empezábamos a preguntarnos hasta qué punto el encuentro de Davos de la noche anterior influiría en este derbi, los hombres de Geoff Ward aprovecharon el impulso. David Sklenicka intentó un primer disparo que acertó directamente en Antti Raanta. En el proceso, el defensor volvió a encontrarse en una buena posición. Sin embargo, decidió jugar en equipo y pasar a Antti Suomela por la izquierda de la jaula. El finlandés remató a la perfección la faena para abrir el marcador.
El Genève Servette, por su parte, intentó igualar, pero los hombres de Jan Cadieux no lograron aprovechar los 4 minutos de superioridad numérica. El LHC, por su parte, no se alejó del 2-0 al final del tercero con esta bonita secuencia entre Janne Kuokkanen y Théo Rochette al principio. Rochette, que luego sirvió un pase perfecto a Lauri Pajuniemi al otro lado de la portería, pero el número 48 falló por poco.
Un escape para desbloquear tu mostrador
Lausana continuó con el mismo impulso en la segunda mitad. Ken Jäger (26.º) y Ahti Oksanen (29.º) tuvieron muy buenas oportunidades. Suficiente para enardecer al público, que aumentó el volumen del sonido unos decibelios.
Fue suficiente para empujar a los Lions hacia la red. Makai Holdener pudo escapar (31). Una acción que tiene su origen, una vez más, en Sklenicka que esperó en la línea azul a que llegara Holdener para servirle el disco. Holdener que marca su primer gol de la temporada.
Sin embargo, los leones jugaron para asustarse, ya que inmediatamente después de este éxito se encontraron numéricamente inferiores. Makai Holdener regresó inmediatamente al hielo. Un cambio que no tiene nada que frustrar al atacante del Lausana.
“En la dirección correcta”
Ginebra tampoco habrá conseguido frenar el fervor de los lausanos en el tercer tercio. La defensa servetiana permitió dos veces escapar a los leones (Jason Fuchs en el 50 y Holdener, de nuevo, en el 55). Y Pajuniemi llegó a sellar el marcador en la jaula vacía a 14 segundos del final.
Así, el LHC tuvo una semana perfecta con tres victorias en tres partidos. Resultados que dejan algunas secuelas. Durante las entrevistas, las primeras palabras de Kevin Pasche las pronuncia con una sonrisa, pero también con una profunda sinceridad: “Estoy cansado, sólo quiero irme a la cama”.
Efectivamente, el cansancio ha marcado el rostro del portero del Lausana. Pero eso no le impidió firmar su séptima blanqueada de la temporada. Se acerca así cada vez más al récord de Leonardo Genoni, que había firmado 10. No hay duda de que Kevin Pasche lleva las cuentas. Pero cuando se le pregunta qué representa esto, mantiene los pies en la tierra, como siempre. “No hay que confiarse, pero está claro que es agradable ver 0 en el tablero al final”. Si bien admite que aumenta su confianza, también recuerda que “da confianza a todos”.
Por tanto, el portero hizo un gran partido, al igual que David Sklenicka que, como decíamos, permitió marcar a Suomela y Holdener. Los lausanos parecen haber encontrado, pues, una buena receta para terminar el año, pero también la temporada, en apoteosis.
Ahora queda un último esfuerzo por hacer antes de las vacaciones. El lunes, el LHC viaja a Emmental para enfrentarse a Langnau. “Está claro que los partidos son un poco complicados”, señala Makai Holdener. La gente siempre dice que no hay que irse de vacaciones demasiado pronto. Ahora tenemos que reagruparnos, descansar, para llegar preparados el lunes y poner encima de la mesa un buen partido”.