Deinze sigue en apuros y, con Lennart Mertens, ya ha visto marcharse a un jugador. El delantero optó por fichar por el SK Beveren, dejando atrás a Deinze. El jugador evoca una situación insostenible dentro del club.
Debido a los problemas económicos, el grupo de jugadores lleva mucho tiempo sin cobrar y por tanto los jugadores tienen derecho a fichar por otro club. Al principio, Mertens no quería irse, pero no vio otra solución.
Falsas promesas
“Soy un hombre de honor, pero constantemente nos han hecho falsas promesas y nos han mentido en la cara”, dijo en Het Nieuwsblad. “Habría sido el último en abandonar el barco, pero cuando pasan cosas como ésta, ya estoy acabado”, afirmó el delantero.
Los jugadores no recibían sus salarios, lo que provocó que ya no quisieran jugar en el club. Según Mertens, el ambiente seguía siendo bueno, pero no fue fácil.
No somos Kevin De Bruyne
“No fue fácil. He visto escenas que preferiríamos no ver. Algunos tienen esposas que no trabajan ni tienen hijos. No somos Kevin De Bruyne, que gana tanto por semana, pero sigue siendo nuestro trabajo. Con esperanzas y promesas no pago mis cuentas”, concluye.