Tras el empate del Manchester City ante el Feyenoord (3-3) el martes 26 de noviembre durante la quinta jornada de la Liga de Campeones, Pep Guardiola apareció con rasguños en la cabeza y la nariz en la conferencia posterior al partido. El técnico del Cityzen admitió que quería “hacerse daño”. Al día siguiente, pidió disculpas en un comunicado publicado en sus redes sociales, explicando que su respuesta “no pretendía en modo alguno minimizar el gravísimo problema de las autolesiones”.
Con cinco derrotas seguidas y este empate tras ir ganando 3-0, Pep Guardiola está bajo presión, una situación poco común desde su llegada al banquillo del Manchester City en 2016. Para Meriem Salmi, entrevistada por RMC, es el “reflejo” de la angustia mental y no con un simple golpe de sangre.
“Los entrenadores tienen que gestionar su propio estrés, regular sus propias emociones, pero también las de sus jugadores, su entorno y toda la dirección. no es solo su propio estrés. También está el ritmo de las competiciones que es enorme, la intensidad de los entrenamientos y su calidad. Entonces el compromiso cognitivo no es el mismo”, explica.
Entrenadores con exceso de trabajo
Pep Guardiola no es el único entrenador que tiene problemas de salud mental. En enero pasado, Jürgen Klopp anunció que deja el Liverpool por fatiga mental. “Me voy porque estoy, cómo decirlo, sin energía”, explicó en una larga entrevista para la web del club.
Más recientemente, fue el entrenador del OGN Nice, Franck Haise, quien dio la voz de alerta. El domingo 24 de noviembre acudió a urgencias a causa de fuertes migrañas tras el partido de la Ligue 1 entre Niza y Estrasburgo. Las pruebas que le hicieron revelaron presión arterial alta. “Todos los entrenadores odiamos la derrota, después, cada uno la vivimos a nuestra manera, la interiorizamos, la exteriorizamos, pero lo cierto es que es una profesión de pasión, y. como todas las profesiones apasionantes, a veces es difícil evacuar. A veces te puede doler la cabeza”, explicó en rueda de prensa el 27 de noviembre, en vísperas del partido del Niza contra el Rangers en la Europa League.
En una entrevista concedida a El equipo a principios de mes, ya había mencionado exceso de trabajo de los entrenadores. Entonces entrenador y director técnico del RC Lens, consideró tomarse un descanso el pasado invierno. “Entre diciembre y principios de enero supe que tenía que tomar una decisión. Porque llegué de vacaciones muy cansado. Durante una caminata, o incluso un paseo, dañé gravemente mi quad al resbalar “Más o menos fue la operación en algo tan trivial… En una diapositiva, no te haces algo así”, dice.
Al ver que ya no podía practicar actividades que le permitieran relajarse, como el yoga o los paseos en la naturaleza, decidió dejar su puesto de directivo y dedicarse únicamente al de entrenador. “Me ahorró un 20% de tiempo y carga mental”, afirma.
Desde hace varios meses, con el aumento de competiciones y partidos, también se cuestiona la cuestión de la salud mental de los futbolistas. FIFPro, el sindicato mundial de jugadores, incluso encargó un estudio sobre el tema. El informe, publicado el 20 de noviembre, indica en particular que “El sector del fútbol profesional no cumple con su deber de aplicar las normas de seguridad requeridas. y, por lo tanto, viola los marcos legales existentes a nivel europeo y global”.
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