El mundo del hockey se vio sacudido por una revelación explosiva de TSN.
Los Toronto Maple Leafs, desesperados por conseguir profundidad en la posición central, son, según se informa, muy agresivos en su intento de obtener… Sidney Crosby.
Sí, el Sidney Crosby. ¿Podría el legendario capitán de los Pittsburgh Penguins, con sus tres Copas Stanley y 600 goles en su carrera, vestirse realmente con el azul y blanco de los Leafs?
Este escenario, que ayer parecía ciencia ficción, ahora se discute seriamente. Y las implicaciones son inmensas.
Toronto se encuentra en una situación difícil. Con siete delanteros de baja por lesión o sanción, la posición de central se ha convertido en su talón de Aquiles.
Incluso antes de estas ausencias, la profundidad en el centro era una preocupación para el equipo. Y a pesar del talento de élite de Auston Matthews y la experiencia de John Tavares, los Leafs carecen del elemento que podría impulsarlos a ganar la primera Copa Stanley desde 1967.
Sidney Crosby, a sus 37 años, sigue siendo uno de los pívots más completos de la liga. Su liderazgo, su experiencia en grandes momentos y su ética de trabajo lo convierten en un objetivo ideal para un equipo que aspira a dar un paso adelante.
Como dijo Bryan Hayes en OverDrive, un programa en TSN 1050 en Toronto:
“Los Leafs necesitan a alguien en el centro que los lleve a la cima. Sidney Crosby es ese hombre. »
Si los Maple Leafs se toman en serio la adquisición de Crosby, el costo será astronómico.
Kyle Dubas, ex director general de Toronto y ahora jefe de los Penguins, conoce bien los recursos de los Leafs. Para que Pittsburgh acepte dejar ir a su legendario capitán, el precio incluiría:
– Varias selecciones altas del draft, incluida una selección de primera ronda. Los Penguins, en medio de una crisis de desempeño y sin profundidad en su cartera, necesitan desesperadamente reconstruir su futuro.
– Un jugador de calidad. Toronto probablemente tendría que incluir a un jugador establecido en el intercambio, como William Nylander o Morgan Rielly, aunque esos nombres son piezas clave para los Leafs.
– Una o más esperanzas. Los Penguins también necesitarían un jugador joven y prometedor para compensar la pérdida de un jugador del calibre de Crosby.
Además, Pittsburgh podría verse obligado a retener parte del salario de Crosby ($8,7 millones por temporada), lo que complicaría aún más las negociaciones.
La cláusula de no movimiento de Crosby también podría complicar las cosas.
Crosby tiene una cláusula completa de no movimiento, lo que significa que puede bloquear cualquier intercambio. Su apego a Pittsburgh, donde pasó toda su carrera, podría hacer difícil imaginar una partida, especialmente en Toronto, cuando era un gran admirador de los Montreal Canadiens cuando era joven.
El tope salarial de Toronto también es complejo en este asunto.
Los Maple Leafs ya están al borde del tope salarial. Agregar a Crosby requeriría algunas acrobacias financieras, probablemente deshacerse de contratos importantes, lo que debilitaría su plantilla.
La presión de los medios en Toronto debe atraer a Crosby. Se enfrentaría a una presión sin precedentes. El mercado de Toronto es implacable y cualquier desempeño deficiente sería objeto de escrutinio.
A Crosby le encanta este tipo de ambiente. Por encima de todo, le encanta ganar y tener la oportunidad de ganar la Copa Stanley.
Si bien todo el mundo hablaba sólo de Colorado y Nashville, el hecho de que Toronto también se esté posicionando en esta saga es muy emocionante.
Por primera vez, la idea de que Sidney Crosby deje Pittsburgh parece plausible. Los Penguins están en caída libre esta temporada, con un récord de 7-12-4 y una ofensiva moribunda.
Incluso Crosby mostró signos de frustración, como cuando arrojó los guantes contra Kyle Connor de los Jets, un movimiento poco común para un jugador que generalmente encarna la calma y el control.
“Si le preguntaras en el uno contra uno si realmente quiere quedarse, por muy malo que esté el equipo, dudo que dijera que sí”declaró Jeff O’Neill en TSN.
Crosby, que siempre ha sido un competidor feroz, debe estar dividido sobre terminar su carrera en un equipo que ya no tiene posibilidades de ganar un campeonato.
Una transición a un equipo competitivo como Toronto podría ofrecerle una última oportunidad de aspirar a una cuarta Copa Stanley.
Toronto ofrece un entorno único para Crosby. Uniéndose a Auston Matthews, Mitch Marner y John Tavares, encajaría en un núcleo que ya es de élite y aportaría un toque de liderazgo del que los Leafs a veces carecen en momentos cruciales de los playoffs.
Además, Crosby podría desempeñar un papel clave en la cultura del equipo, ayudando a convertir su talento en éxito en el torneo de primavera.
Sin embargo, este escenario plantea una pregunta fundamental: ¿Estaría Crosby dispuesto a dejar el legado que construyó en Pittsburgh por un desafío tan inmenso en Toronto?
¿Y Toronto estaría dispuesto a sacrificar parte de su futuro por un jugador, incluso uno tan legendario como Crosby?
La idea de que Sidney Crosby use una camiseta distinta a la de los Penguins es impactante, pero las circunstancias actuales hacen que este escenario sea menos irreal de lo que parece.
Si Toronto pudiera hacer realidad este intercambio, sería uno de los intercambios más importantes en la historia reciente de la NHL, cambiando para siempre el panorama del hockey.
Por ahora es sólo un rumor, pero en la NHL, donde puede pasar cualquier cosa, es difícil no imaginar a Sidney Crosby bajo las luces del Scotiabank Arena, cargando con las esperanzas de una de las franquicias de hockey más grandes del mundo que no ha ganado el Copa Stanley desde 1967.
Incluso en la fase de rumor, estamos hablando de una auténtica bomba mediática.
Sidney Crosby en Toronto… eso sería enorme…