Una página está pasando en Nueva York. Los Giants anunciaron el viernes que habían cortado al mariscal de campo Daniel Jones a petición suya, días después de sacarlo de su puesto número uno.
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Elegido sexto en el draft de 2019, Jones estaba en su sexta temporada en la Gran Manzana. Después de una temporada prometedora en 2022, firmó un enorme pacto de cuatro años que le reportaría un total de 160 millones de dólares a largo plazo.
Dos años más tarde, los Gigantes decidieron que ya habían tenido suficiente. Jones ha ganado sólo 3 de sus últimas 16 aperturas, en las que suma sólo 10 touchdowns y 13 intercepciones.
Unos días antes, el equipo neoyorquino había decidido enviar a la banca a Jones y confiar las riendas del ataque al joven Tommy DeVito. Jones había sido relegado al papel de segundo reserva, detrás de Drew Lock, principalmente por razones económicas, ya que su contrato preveía una compensación garantizada de 23 millones de dólares en caso de lesión.
En última instancia, los Giants no tendrán que preocuparse por eso ya que Jones ya no está con el equipo.
Con un récord de 2-8 esta temporada, tendrán la oportunidad de seleccionarse temprano en la próxima subasta de la NFL y normalmente deberían tener un pivote en la mira.
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