Una alerta sanitaria afecta actualmente al mundo ecuestre en Francia. La rinoneumonía es una enfermedad viral de los caballos extremadamente contagiosa y a veces mortal, que se está extendiendo en varios departamentos. Esta epidemia está causando especial preocupación por su velocidad de propagación y su potencial para tener un impacto duradero en la industria ecuestre, tanto desde el punto de vista económico como sanitario. Te lo explicamos.
Esta enfermedad es causada por los virus del herpes equino HVE1 y HVE4 y, si bien no representa ningún riesgo para los humanos, sus efectos en los caballos pueden ser devastadores. Se manifiesta de diferentes formas. La forma respiratoria, la más común, provoca fiebre, pérdida de apetito y dificultades para respirar. Más raramente, la forma neurológica es más grave, provoca trastornos del equilibrio, parálisis y puede provocar la muerte.
Una reunión ecuestre en Sarthe en el origen de la contaminación
Según la Red de Vigilancia Epidemiológica de Patología Equina (RESPE), actualmente varios departamentos se encuentran en riesgo moderado o alto. En Oise se han registrado una decena de casos, mientras que en Altos del Sena la situación es aún más preocupante, con un riesgo elevado y dos caballos muertos la semana pasada. En total, 9 departamentos están catalogados como de riesgo moderado, mientras que otros 5, principalmente en el occidente y centro del país, están en riesgo alto.
Estos casos estarían relacionados con una reunión ecuestre organizada a principios de noviembre en Sarthe: cientos de ponis y caballos procedentes de toda Francia podrían haberse contaminado, explica RESPE en un comunicado. Estas reuniones, a pesar de su importancia para la comunidad ecuestre, pueden convertirse rápidamente en focos de epidemias si no se respetan las estrictas medidas sanitarias.
Una amenaza para la industria ecuestre
La rinoneumonía, más allá de su impacto en la salud de los caballos, amenaza a toda la industria ecuestre. Con más de 670.000 caballos censados en Francia y decenas de miles de jinetes, el sector representa un peso económico importante, en particular a través de las competiciones, la cría y el turismo ecuestre.
Las cancelaciones de eventos, como las ya observadas en Le Mans, corren el riesgo de causar importantes pérdidas financieras a los organizadores, clubes y profesionales del sector.
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Mayor vigilancia y medidas estrictas.
Ante esta epidemia, las autoridades piden precaución. Los movimientos de los caballos deben limitarse al máximo. Si se sospecha una infección, se recomienda encarecidamente aislar a los caballos y suspender sus movimientos dentro de las estructuras durante al menos tres semanas.
Los veterinarios juegan un papel central en esta lucha, no sólo para establecer diagnósticos rápidos, sino también para asesorar a los propietarios sobre los protocolos a adoptar. Esto incluye el establecimiento de circuitos de atención diferenciados para evitar contaminar a otros animales y la observación rigurosa de los caballos en contacto con casos sospechosos.
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Vacunación: efectiva pero no obligatoria
La vacunación, aunque no obligatoria, sigue siendo un importante medio de prevención, aunque no garantiza una protección total. Está especialmente recomendado para caballos que participan en competiciones o que viven en grupos. Sin embargo, su eficacia también depende del cumplimiento de otras medidas sanitarias, en particular el aislamiento y la desinfección de las instalaciones.
RESPE enfatiza la importancia de reportar los casos sospechosos. Este enfoque es esencial para contener la epidemia y evitar una propagación incontrolada: “A todos interesa limitar las consecuencias para el sector. »
