¿Un acto aislado o el inicio de una apertura? A poco más de 100 días del final de los Juegos de París 2024, la Federación Internacional de Natación (World Aquatics) ha relajado sus normas relativas a la participación de atletas rusos y bielorrusos en competiciones internacionales.
El cambio sigue siendo muy mesurado, pero es todo menos anecdótico. A partir de la nueva temporada, los atletas neutrales de los dos países en guerra con Ucrania ya no se limitarán únicamente a pruebas individuales. Ahora también pueden, sujeto a la elegibilidad para el estatus de neutralidad, competir en relevos de natación, eventos de dúo sincronizado para clavados y eventos de dúo por equipos y ballet para natación artística.
Estas nuevas normas, menos restrictivas que las de los Juegos de París 2024 en particular, se refieren a las competiciones mundiales de deportes acuáticos, incluidos los campeonatos del mundo y las etapas de la Copa del Mundo. En todos los casos, los relevos, parejas y equipos deberán formarse con deportistas de un solo país.
Por tanto, se abre una brecha para Rusia y Bielorrusia. Ella sigue delgada. Y no se trata del waterpolo, el único verdadero deporte de equipo en disciplinas acuáticas. World Aquatics lo confirmó el miércoles 20 de noviembre: Rusia y Bielorrusia siguen prohibidas de las competiciones internacionales en esta disciplina, la única “ que implica intrínsecamente, entre otras cosas, el contacto físico entre atletas ».
Sin embargo, la decisión de World Aquatics podría marcar un punto de inflexión, especialmente en vista de la nueva gobernanza que se avecina en el Comité Olímpico Ruso (ROC), que se presume estará más abierto al diálogo con el movimiento deportivo internacional.
De hecho, el impacto más visible que cabe esperar de la apertura decidida por el organismo internacional es el de la natación artística. Antes de su suspensión en febrero de 2022, Rusia dominaba, e incluso aplastaba, la competición. Ganó todos los títulos olímpicos en ballet por equipos entre los Juegos de Sídney 2000 y los de Tokio 2020. En París 2024, su ausencia benefició a China, coronada por primera vez en la historia en esta cita.
Según el último recuento, a finales de octubre, la Unidad de Integridad de la Natación concedió el estatus de atleta neutral a sólo 14 atletas de los dos países suspendidos: seis rusos y ocho bielorrusos. Pero solo cuatro (un ruso y tres bielorrusos) estuvieron presentes en los Juegos de París 2024.
Más allá del ámbito deportivo, la decisión de World Aquatics puede ser decisiva en el debate en el seno del movimiento olímpico sobre la cuestión rusa y bielorrusa. A estas alturas, parece poco probable que se imite en los deportes de equipo. Pero tal vez consiga que algunos organismos deportivos internacionales con competiciones en las que participan varias personas (remo, piragüismo, triatlón, etc.) quieran llenar el vacío. La única certeza es que World Athletics no seguirá el ejemplo.