Cyril Ngonge se abrió paso más tarde. Pero todavía conserva recuerdos duraderos de sus años de formación.
Cyril Ngonge tuvo que exiliarse en el extranjero (primero en los Países Bajos y luego en Italia) para hacerse un nombre en Bélgica. El chico, sin embargo, hizo su debut profesional en Club de Brujas y entrenó en Anderlecht hasta los 14 años.
Ngonge pertenece a la generación de un tal Remco Evenepoel, con quien trabajó en Neerpede: “Es un tipo que significó mucho para mí. Hicimos casi todas nuestras clases hasta que se fue al PSV. Cuando era joven, me iba a dormir a su casa”. y él vino a dormir a mi casa, entonces yo soy muy cercano a él, yo era muy cercano a sus padres y él a los míos”, recuerda para RTBF.
Ya un físico extraordinario.
Evenepoel sorprendió al parar el fútbol. Pero su elección ha dado sus frutos con creces: “Estoy orgulloso de lo que ha logrado en el ciclismo. Cambiar de deporte así, en mitad de su carrera, y luego convertirse en uno de los mejores, demuestra la mentalidad implacable que tiene. Ya sabía que lo tenía como futbolista, pero hacerlo en otro deporte es algo inaudito.
Remco ya entonces impresionaba: “No pude seguirlo en el bosque de la Cambre. Ni siquiera sé si hoy sería diferente. Tenemos juntos muchos recuerdos inolvidables”.
Al final, ninguno de los jugadores vistió la camiseta del primer equipo.Anderlecht. Pero ambos hombres están hoy plenamente realizados, con vidas cotidianas muy diferentes.