“El boxeo me permitió canalizar mis emociones”: en Brest, Mattéo Chayehoi sueña con convertirse en profesional en Tailandia

“El boxeo me permitió canalizar mis emociones”: en Brest, Mattéo Chayehoi sueña con convertirse en profesional en Tailandia
“El boxeo me permitió canalizar mis emociones”: en Brest, Mattéo Chayehoi sueña con convertirse en profesional en Tailandia
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Con sólo 20 años, Mattéo Chayehoi, ex cocinero de La Pam de Brest, comparte en su último post de Instagram los motivos de su partida a Tailandia. Marcado por la determinación y la pasión del joven, este vídeo ha generado numerosos comentarios positivos, tanto de sus suscriptores como de los transeúntes en la calle, que saludan su valentía y audacia en la búsqueda de su sueño de convertirse en boxeador profesional. Tomó la decisión de dejarlo todo para realizar su sueño, un viaje forjado por peleas dentro y fuera del ring.

Un viaje marcado por la determinación

Nacido en Brest, Mattéo creció entre varias ciudades debido a los traslados profesionales de su madre. Descubrió el boxeo muy joven, a los 10 años, tras una etapa difícil marcada por el acoso y la depresión. “El boxeo me permitió canalizar mis emociones y encontrar mi serenidad”, explica. Este deporte rápidamente se convierte en algo más que una simple actividad: es un escape y un motor, una forma de reconstruirse.

Al regresar a Brest durante la crisis del covid-19, Mattéo vuelve a la competición. Vicecampeón de Francia, varias veces ganador de copas y con cinco victorias por nocaut, siente, sin embargo, que no ha hecho más que empezar. Sus logros son solo pasos hacia su sueño más grande.

“No tengo nada que perder”

Antes de partir hacia Tailandia, Mattéo decide renunciar a su trabajo de cocinero. “Al principio me gustaba cocinar, pero se volvió una rutina. Un cliente desagradable fue el detonante: no quería pasarme la vida soportando eso”, confiesa.

Así, en enero de 2025 volará a Tailandia, donde se reinventará. “Tengo 20 años, no tengo nada que perder, mi familia me apoya a pesar de sus preocupaciones”, afirma. Consciente de los retos que le esperan, como la barrera del idioma, el calor y el intenso entrenamiento, está dispuesto a sacrificarlo todo para conseguir sus objetivos.

Entran Luffy e Inoxtag

Mattéo se inspira en personalidades que han demostrado superarse a sí mismas. Deportistas como Alexis Nicolas y Jon Jones, pero también figuras como Inoxtag, un YouTuber que escaló el Everest. “Su deseo de superarse a sí mismo realmente me impactó y me reconocí en esta búsqueda de lo imposible”.

Su cuenta de Instagram, Luffy, hace referencia al héroe del manga “One Piece”, quien, como él, deja todo para seguir su sueño. “Al igual que Luffy, dejo todo atrás para emprender una aventura. Él tomó un barco, yo tomé un avión, pero es la misma idea: cree en ti mismo, sin importar los obstáculos”.

Su objetivo a corto plazo: sumergirse en la cultura tailandesa, acumular peleas para convertirse en boxeador profesional. A largo plazo, sueña con pelear en ONE Championship, el equivalente al UFC (Ultimate Fighting Championship) del boxeo tailandés.

Nosotros, las generaciones de los años 2000, exploramos, cambiamos. No es una debilidad, es nuestra fuerza.

“Lo que importa es atreverse”

Para Mattéo, su viaje es un mensaje universal: “A menudo nos dicen que somos demasiado jóvenes o demasiado viejos para realizar un sueño. Esto es falso. Lo que importa es atreverse”. Para él todo es posible, ya sea en el arte, la cocina o cualquier otro campo, siempre y cuando te des los medios para lograrlo. Aunque el deporte es más accesible cuando eres joven, porque requiere ciertas capacidades físicas. También subraya la especificidad de su generación: “Nosotros, las generaciones de los años 2000, exploramos, cambiamos. No es una debilidad, es nuestra fortaleza”.

Para él, la búsqueda de sí mismo requiere un cambio y no tiene miedo de empezar de nuevo en otro lugar. “No digo necesariamente ir muy lejos, sino simplemente tener ganas de probar algo nuevo, que nos emocione”.

No hay edad para soñar, pero hay que adaptarse. Si mi sueño evoluciona, me levantaré después de cada nocaut.

él sigue siendo realista

Mattéo se muestra realista sobre la incertidumbre del futuro. “Si no funciona, haré otra cosa”. Tal vez regrese a Francia si surge una oportunidad en el boxeo, o cambiaré de rumbo”, dice. Apasionado del cine, piensa reciclarse si es necesario.

“No hay edad para soñar, pero hay que adaptarse. Si mi sueño evoluciona, me levantaré después de cada nocaut. », añade. Con una pequeña cámara adquirida para hacer un vlog sobre su formación en Tailandia, compartirá su aventura y sus sacrificios en sus redes sociales, inspirando así a quienes dudan en dar el paso.


Morocco

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