VANCOUVER | Al no poder animar a los Alouettes de Montreal en la final de la Copa Grey, los aficionados al fútbol quebequenses podrán seguir el trabajo del árbitro principal del partido: Benoît Major.
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Major, de 51 años, disputará su octava aparición en el máximo partido de la Canadian Football League, pero esta es la primera vez que asume el papel de árbitro principal.
“En el arbitraje de fútbol en Canadá, es el mayor honor que se puede recibir arbitrar una final de la Copa Grey”, reaccionó orgulloso Major, mientras completaba sus 19mi temporada como árbitro de la CFL. Es mi mayor logro desde el inicio de mi carrera, sin duda”.
“Para un quebequense como yo, el árbitro André Proulx es la referencia”, se encargó de añadir Major, rindiendo homenaje a su colega. Poder seguir sus pasos es enorme. Además, André también está en Vancouver y es mi sustituto, si es necesario, para el partido.
De jugador a oficial
A Major le costaría mucho perderse este partido tan esperado. El quebequense también es reconocido por su resistencia en el campo desde que recibió, en agosto de 2014, una patada accidental de Kyries Hebert cerca del ojo izquierdo durante un partido entre los Alouettes y los Argonautas. Esa noche, a pesar de una importante laceración, insistió en regresar al campo y terminar su trabajo.
Antes de ser árbitro, Major jugó fútbol hasta el nivel universitario con McGill. Además de su labor como funcionario, también es vicepresidente y director general del Centro Integrado de Servicios Sociales y de Salud (CISSS) de Outaouais.
“Cuando tenía 19 años, soñaba más con una carrera como jugador de fútbol”, admitió Major. Al final me convertí en árbitro y tener un papel en el fútbol como el que tengo hoy me hace sentir un privilegiado. Quizás sea incluso mejor que jugar, porque puede durar muchos años”.