98.5 FM fue el escenario de las mordaces críticas de Louis Jean al capitán de los Montreal Canadiens, Nick Suzuki, después de otra aplastante derrota contra los Toronto Maple Leafs.
Si bien el equipo sufrió una sexta derrota consecutiva, Jean criticó sin piedad la falta de liderazgo y combatividad de Suzuki, sugiriendo que no encarna el espíritu de un verdadero capitán.
Durante su segmento sobre Bonsoir les sportsmen, Jean fue directo al grano
“Es el tipo de partido que el ex capitán no habría aceptado”dijo, una frase cargada de significado que sugiere claramente que Suzuki no puede movilizar a su equipo como lo hizo antes Shea Weber.
Según Louis Jean, este papel de capitán quizás parece demasiado grande para los hombros de Suzuki.
No tengamos miedo de las palabras. Jean simplemente siente lástima por Suzuki, que lo es todo, excepto un hombre que puede tener la C en su suéter.
Las actuaciones de Suzuki, combinadas con los recientes reveses del equipo, ya no escapan a las críticas de analistas y aficionados.
Para Louis Jean, el joven capitán no demuestra el coraje y la negativa a perder que esperamos de alguien que lleva la “C”.
Algunos se preguntan si realmente tiene alma de capitán. Este tipo de partidos, humillantes y sin respuesta del equipo, parece convertirse en la norma para el CH, lo que sorprende a muchos periodistas, ex jugadores del CH y, sobre todo, a la mayoría de los aficionados que se sienten más avergonzados.
¡Queremos líderes, no espectadores! Suzuki parece pasiva y el equipo sufre como resultado.
El capitán debe ser quien encienda la chispa. Weber nunca habría tolerado una derrota así. Louis Jean tiene razón en todos los aspectos.
Nick es bueno, pero ¿es realmente un capitán de corazón? Jean comienza a dudarlo seriamente.
Jean también destacó la falta de mordiente del equipo, recordando que los Maple Leafs, conocidos por explotar los segundos tiempos, aprovecharon la oportunidad para ampliar la diferencia.
“Cuando no marcamos y concedemos un gol en escasez, es el final de la línea”.
Este brutal análisis pone de relieve hasta qué punto los canadienses parecen sin aliento y desorganizados, y la presión recae naturalmente sobre Suzuki, que lucha por encender a sus compañeros.
Martin McGuire, por su parte, recordó que en el pasado esa laxitud habría sido corregida inmediatamente por voces fuertes desde el vestuario.
Hoy en día, esta intensidad falta muchísimo y es Suzuki en quien todos los ojos están puestos.
Las críticas a Suzuki son tanto más pronunciadas cuanto que se encuentra a la sombra de Shea Weber, una respetada ex capitana que nunca dejó que la derrota llegara sin luchar hasta el último aliento.
La comparación es dura, pero para Louis Jean y varios otros está justificada: Suzuki no parece aportar esa chispa, esa fuerza de carácter que permitiría al equipo seguir siendo competitivo en tiempos difíciles.
Y dado que Weber ingresará mañana al Salón de la Fama, digamos que este es el peor momento para Suzuki.
Louis Jean no es el único que expresa este punto de vista. Varios analistas creen que el CH cometió un error al darle la “C” a un jugador aún joven y, quizás, no del todo preparado para asumir tan pesada responsabilidad.
Mientras los Canadiens atraviesan una temporada ya desastrosa, surgen dudas sobre la capacidad de Suzuki para liderar a sus compañeros de equipo a través de la adversidad.
Nick Suzuki ahora debe enfrentar expectativas desproporcionadas y la presión de los fanáticos continúa intensificándose.
Con cada derrota, surge esta pregunta candente:
¿Es Suzuki el capitán que los Canadiens necesitan para cambiar las cosas? Louis Jean, en cualquier caso, expresó lo que muchos aficionados murmuran: le falta este fuego sagrado, esta actitud de disgusto ante la derrota.
Para Suzuki las próximas semanas serán decisivas. Tendrá que demostrar a sus compañeros y a sus aficionados que es capaz de sacar al equipo de esta espiral de derrotas.
Sobre todo, tendrá que demostrar que es un hombre… un auténtico capitán…
En una ciudad como Montreal, donde las expectativas son siempre altas, Suzuki no puede permitirse el lujo de permanecer pasivo.
De lo contrario, será el principio del fin. Louis Jean y la afición esperan una reacción, un estallido de orgullo por parte de su capitán, pues de lo contrario esta temporada podría convertirse rápidamente en una pesadilla para el joven líder del CH.
Cuéntaselo a Max Pacioretty. Un capitán caído en Montreal…siempre se convierte en una auténtica pesadilla.