La familia del jugador agradeció especialmente al rey Mohammed VI, a quien deseaba una pronta recuperación, al gobernador de la provincia de Tinghir, así como a las autoridades locales por su apoyo durante este difícil período. No olvidó expresar también su agradecimiento al presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol, Fouzi Lekjaa, por su cercanía, así como al cónsul de Marruecos en Francia, al director y al bajá del aeropuerto de Ouarzazate, a la aduana. administración, al alcalde de la ciudad de Provins en Francia y a todos los marroquíes residentes en el extranjero.
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Todas estas personas contribuyeron directa o indirectamente a la repatriación del cuerpo de Abdelaziz Barrada a Marruecos y apoyaron a la familia en estos momentos de tristeza. El internacional marroquí era una persona sonriente y muy querida en Provins, su ciudad natal. Fue presidente honorario de la asociación “La Rose de l’Atlas” y acariciaba el sueño de crear una fundación en su nombre, proyecto que lamentablemente no pudo realizar antes de su muerte. La familia lo recuerda como un hombre de buenas costumbres, un humanista y un jugador destacado.
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Según la familia Barrada, su hijo Abdelaziz eligió vestir la camiseta marroquí por amor a Marruecos y por convicción. El León del Atlas disputó 7 partidos con la selección olímpica marroquí entre 2011 y 2012, durante los cuales marcó 4 goles. Entre 2012 y 2015, donde estuvo en el primer equipo, participó en 28 partidos y marcó 4 goles.
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Durante su carrera, el centrocampista de 35 años jugó en varios clubes franceses, españoles, emiratíes y turcos. Antes de su muerte, jugó en el Lusitanos Saint Maur, club francés de tercera división.
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