Vincent Kompany es un ejemplo de ética, ya sea cuando era jugador o cuando llegó a ser entrenador.
Para él, no se trata de dar un mal ejemplo a los jugadores jóvenes. Hay quien tiene una anécdota que dice mucho sobre este tema y que data de hace unos años, tras una derrota en el derbi de Bruselas contra el Union Saint-Gilloise.
No es un ejemplo para los jóvenes.
Ese día, Benito Raman se disponía a hacer lo que hace habitualmente: abrir una cerveza a pesar del resultado. Una actitud que no gustó a Kompany, que encontró la manera de impedirlo.
“Él sabe que me gusta beber un poco de cerveza y ya me ha dicho que quizás debería beber un poco menos”, dijo el jugador del Mechelen. Gaceta de Amberes.
ejemplo de ética
Y Raman continuó: “Después de un partido perdido contra el Union Saint-Gilloise, estaba sentado en el autobús, listo para tomar una cerveza como siempre hago”.
Fue entonces cuando intervino Vincent Kompany: “’Benito, no lo haría ahora, a los jóvenes no les gustará’, me dijo Kompany. Tomó mi cerveza y se la bebió él mismo. -Aún así, eso no está pasando”, concluyó Rama.
Si Vincent Kompany no tuvo la oportunidad de demostrar lo que realmente valía como entrenador en Anderlecht, sí lo hizo en Burnley. Ahora será en el Bayern de Múnich donde pasará la mayor prueba de su joven carrera como entrenador. Por el momento, sigue habiendo cierto escepticismo, pero los resultados no se conocerán inmediatamente y, aunque se produzcan algunas derrotas embarazosas, la dirección no está preocupada.