Imposible encontrar una sola nota falsa en la actuación del madrileño durante el fin de semana. Ya sea en los entrenamientos libres, en la clasificación o en la carrera, el futuro piloto de Williams nunca faltó. Cuando Verstappen tomó la delantera al principio, esperó pacientemente antes de lanzar un ataque mordaz contra el holandés y correr hacia la victoria. Lo suficiente como para que la Scuderia se arrepienta aún más de haberlo desautorizado en favor de Lewis Hamilton.
Sin ser trascendente, el británico cumplió la misión que le había sido encomendada: recuperar puntos de Verstappen en el campeonato. El piloto de McLaren no se rindió tras las escaramuzas con su rival para después asegurarse el podio. Pero seamos claros: si Max no hubiera sido penalizado, sin duda le habría resultado difícil batir al piloto de Red Bull de forma regular.
Norris condena el comportamiento de Verstappen: “Me lo esperaba”
El holandés merece media. Si hubiéramos tenido en cuenta sólo los incidentes con Lando Norris por los que fue sancionado con razón, el piloto de Red Bull habría tenido cero. Su actitud es indigna de un campeón del mundo que debe dar ejemplo. Pero luego el bátavo salvó lo que se podía salvar a costa de una notable segunda parte del evento. Una actuación digna de un Michael Schumacher que tampoco fue niño de coro en la pista.
Sin comentarios, salvo que el mexicano fue completamente transparente frente a su público en su probable última participación en su Gran Premio nacional. Maltratado por Liam Lawson durante la carrera, sus explicaciones con el novato neozelandés tras la meta y sus consiguientes quejas fueron patéticas.