Anoche contra los Bulls, Chris Finch pudo alinear lo que sin duda serán los cinco grandes de los Wolves esta temporada, con Mike Conley, Antonio Edwards, Jaden McDaniels, Julio Randle y Rudy Gobert.
Fue, por tanto, el primero del ex Knick con su nuevo equipo, e incluso el otro gran regreso al partido del encuentro, aunque fue mucho más corto para Julius Randle que para Lonzo Ball…
“Fue increíble” Apreció el fuerte extremo. “Es una bendición simplemente estar de vuelta en el campo. Ha pasado mucho tiempo, casi nueve meses para mí. Te empuja a disfrutar el juego, a apreciar cada oportunidad”.
Buenas aperturas generadas para los demás.
Privado del final de la temporada y de los playoffs por culpa de su hombro, Julius Randle tenía visiblemente hormigas en los dedos, con un balón en el aire desde el primer balón que tocó. Posteriormente, mostró su poder, en particular en el poste bajo, forzando un poco a veces pero también encontrando muchos desajustes ante dos jugadores contrarios.
“Creo que hizo cosas muy buenas por nosotros” concluyó Chris Finch, su entrenador. “Como hemos visto en los entrenamientos de las últimas semanas, abre muchas oportunidades buenas para los demás. Todavía está tratando de recuperarse, pero creo que estos fueron muy buenos primeros pasos. »
Al final acabó el partido con 15 puntos sobre 6/12 en tiros, 6 rebotes y 5 asistencias en 26 minutos. En el clásico estilo feroz de Julius Randle, a veces incluso si eso significa forzar demasiado, pero en realidad abre brechas en la defensa contraria. Queda por ver cómo los Wolves harán funcionar su dúo con Rudy Gobert, a quien supo servir en el poste bajo al inicio del partido, pero que tuvo dificultades para posicionarse cuando el fuerte extremo estaba en el poste bajo…
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