Uno tuvo que renunciar al título de campeón de Alemania por primera vez desde 2012. El otro tiene casi garantizado volver a ser campeón en su país cinco días antes del final del campeonato español. Tal vez no se lo esperaban a estas alturas de la competición, pero las experiencias del Bayern y el Real superaron a sus rivales ingleses, el Arsenal y el Manchester City, en los cuartos de final. Suficiente para ofrecer un cartel que huele a la década de 2010, cuando los dos equipos asustaron al resto de Europa.
Si durante años tuvo el aspecto de una fortaleza inexpugnable, casi una institución europea, es un Bayern desestabilizado el que recibe a los madrileños este martes por la tarde (21.00 horas) en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones. El club bávaro perdió el título de la Bundesliga, sabe que su entrenador Thomas Tuchel ya no estará en el banquillo la próxima temporada y se vio envuelto el pasado fin de semana en una polémica entre este último y su presidente de honor, Uli Hoeness. “Lo notamos, pero no nos afecta como jugadores. No nos dejamos molestar”, afirmó el lateral bávaro Joshua Kimmich en rueda de prensa. Porque a pesar de las olas, el Bayern se mantiene a flote y vuelve a las semifinales cuatro años después.
Tuchel ve marcar a Gnabry
Antes de este enfrentamiento número 26 en competición europea entre ambos equipos (¡un récord!) y el octavo en semifinales de la Liga de Campeones, Tuchel espera capitalizar sus experiencias ante la Real, a la que se enfrentó con Dortmund, PSG y Chelsea. “La diferencia más notable es que Karim Benzema ya no está. Era su punto de fijación. Desde entonces, muchos planteamientos han sido similares, pero la forma de jugar ha cambiado, sobre todo gracias a Bellingham. Tenemos que encontrar un buen equilibrio”, considera el técnico alemán.
El Bayern, sin embargo, debe prescindir de varios jugadores. Golpeados ante el Frankfurt, Laimer y de Ligt se unieron a Coman, Sarr, Sané, Upamecano y Boey en la enfermería de la que salió Serge Gnabry. “Él va a marcar. No sé por qué lo sé, pero va a pasar”, aseguró Tuchel sobre su extremo con una sonrisa.
Enfrente, la Real puede contar con sus fuertes y, aunque no esté en condiciones de jugar, en el viaje a Alemania está Thibaut Courtois, que no ha visto ni un minuto de juego esta temporada. Sólo falta Dani Carvajal, sancionado, mientras que Alaba, lesionado de larga duración, vivirá su regreso al Allianz Arena desde la grada.
Sólidos defensivamente ante el City, los merengues pretenden dar una buena impresión en Múnich para acercarse a una 18ª final de la Liga de Campeones. Sería contra el Paris Saint-Germain o el otro club alemán de estos últimos cuatro, el Borussia Dortmund. “Va a ser un partido equilibrado y disputado”, declaró Carlo Ancelotti antes de acceder por undécima vez como entrenador a las semifinales de la competición. El año pasado, en el mismo escenario, los madrileños no pudieron resistir la ola del City. La revancha se tomó en la ronda anterior.
