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Luego hizo gala de abnegación en el suelo, agarrando dos preciosas bolas (12, 29) y superando las dos primeras transformaciones. Pero Jacquet se desplomó, como sus compañeras, frente a las olas rojas. Culpable de haber encontrado un toque directo (35), también falló con demasiada facilidad su entrada a Bermúdez, autora de un doblete (36), y luego falló tres tiros a portería (43, 47, 59). Un rendimiento final demasiado insuficiente.