La cuestión del origen de la pandemia, entre una posible transmisión del virus por un animal o una fuga de laboratorio, ha adquirido un giro geopolítico en Estados Unidos desde hace varios años, en un contexto de creciente rivalidad con China. Donald Trump, recientemente elegido por segunda vez para la Casa Blanca, ha afirmado en repetidas ocasiones -sin pruebas- que el virus se había filtrado de un laboratorio chino, lo que Beijing niega firmemente.
“No es una teoría de la conspiración”
Sin resolver esta cuestión, la inteligencia estadounidense aseguró en un informe de junio de 2023 que no tenía pruebas que indicaran que el Covid-19 había sido creado en un laboratorio en China.
El subcomité sobre la pandemia de coronavirus se creó en febrero de 2023, cuando los republicanos recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes. Después de dos años de investigación, 38 declaraciones o entrevistas y 25 audiencias, la comisión entregó un informe de más de 500 páginas que se publicará oficialmente el miércoles.
“Este trabajo ayudará a Estados Unidos y al mundo a predecir, prepararse, protegerse y, con suerte, prevenir la próxima pandemia”, dijo el presidente de la Comisión, L, funcionario electo republicano y podólogo profesional, Brad Wenstrup.
El informe se jacta de un “consenso” entre demócratas y republicanos sobre varias cuestiones, en particular sobre el hecho de que “la posibilidad de que el Covid-19 surgiera de un accidente relacionado con un laboratorio o una investigación no es una teoría de la conspiración”.
“Característica biológica no presente en la naturaleza”
Para respaldar su afirmación, los representantes electos alegaron cinco razones, entre ellas, según ellos, el hecho de que “el virus tiene una característica biológica que no está presente en la naturaleza”.
A casi cinco años de su aparición, la comunidad científica internacional aún no ha logrado determinar con certeza el origen del Covid-19. Sin embargo, un estudio publicado en septiembre en la revista Cell aportó nuevos elementos para reforzar la hipótesis de la transmisión al hombre por animales infectados introducidos en un mercado de Wuhan a finales de 2019.
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