El presidente Ramaphosa dijo que el Parlamento se abriría para la próxima legislatura el 18 de julio, ya que sigue enfrascado en negociaciones con la Alianza Democrática, el segundo partido más grande, para formar un gabinete antes de esa fecha.
En Sudáfrica, desde hace dos semanas se llevan a cabo conversaciones encaminadas a pulir los detalles finales de un gobierno de unidad y nombrar un gabinete. Los partidos políticos están luchando por encontrar puntos en común sobre cómo distribuir los puestos y carteras ministeriales.
En una carta del Jefe de Estado sudafricano a John Steenhuisen, líder de la Alianza Democrática (DA), Ramaphosa acusa a la DA de “mover el listón” al aumentar su demanda de seis a ocho puestos ministeriales, poniendo así en peligro el acuerdo de coalición.
Por su parte, el DA dice que el ANC no ha cumplido su promesa de permitirle tomar el control del importante ministerio de Comercio e Industria.
Cyril Ramaphosa y John Steenhuisen también se han visto cara a cara en los últimos días.
Las preguntas subrayan las advertencias de los analistas de que una coalición que reúna al ANC y al DA para gobernar Sudáfrica sería complicada.
El ANC fue el partido gobernante y el DA fue el principal partido de oposición durante más de 20 años antes de las elecciones del 29 de mayo. Sus dos partidos se oponen entre sí y tienen ideologías radicalmente diferentes.
Aunque ocho partidos más pequeños también se han unido a la coalición, el ANC y el DA siguen siendo los principales protagonistas. Por lo tanto, el éxito de este nuevo gobierno depende de su capacidad para encontrar puntos en común.
El ANC y el DA llegaron a un acuerdo para trabajar juntos en una coalición el 14 de junio. Esta unión permitió que Ramaphosa fuera reelegido por los legisladores para un segundo mandato como presidente.
Ambos partidos habían dicho que la coalición marcaría el comienzo de una nueva era de unidad política que ayudaría a resolver los vastos problemas socioeconómicos del país, incluidas algunas de las tasas más altas de desigualdad y desempleo del mundo.
Pero la demora en anunciar un gabinete y en establecer un nuevo gobierno empaña esta “nueva era de unidad política”.
