Diferentes puntos de vista sobre la flexibilización cuantitativa

Diferentes puntos de vista sobre la flexibilización cuantitativa
Diferentes puntos de vista sobre la flexibilización cuantitativa
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Apoyo a la flexibilización cuantitativa

Muchos economistas, en particular de los bancos centrales, consideran que la flexibilización cuantitativa tiene un claro impacto positivo en la economía, por lo que invocan los canales de transmisión detallados anteriormente en el dossier. En una crisis económica, con tasas de política monetaria ya cercanas a cero, la flexibilización cuantitativa es una forma ingeniosa de hacer que la política monetaria sea más acomodaticia. Ben Bernanke, especialista en la crisis de 1929 y gobernador de la Reserva Federal de 2006 a 2014, Defiende este punto de vista, pero sitúa esta herramienta como un elemento a utilizar sólo en situaciones de crisis y, por tanto, en un plazo relativamente corto.

Andrew Haldane, economista de la Banco de Inglaterra El Banco de Inglaterra (BoE) desde hace más de treinta años también defiende las ventajas del QE: según las estimaciones de sus equipos, su primer QE habría permitido un crecimiento del 2% y una inflación del 1,5%. Para Haldane, son sobre todo los canales de anuncio (canal de señales, canal de confianza y canal de tipos de cambio) los más activos. Sin embargo, admite que el efecto del QE es mucho más visible en los objetivos intermedios (tipos de interés, precios de los activos, etc.) que en los objetivos finales (inflación y crecimiento). Además, Haldane precisa una cierta inestabilidad de los efectos del QE en el espacio y en el tiempo.

Flexibilización cuantitativa y la hiperinflación

Sin embargo, se han hecho muchas críticas y comentarios sobre la flexibilización cuantitativa.El primero era el riesgo de inflación o incluso de hiperinflación. El razonamiento parece tener sentido: el banco central inyecta muchas reservas, por lo que los bancos pueden prestar mucho, lo que aumenta la oferta monetaria y, por tanto, los precios. Sin embargo, se puede decir que nunca había ocurrido algo parecido. La mayoría de las veces, esto se debe a una confusión entre la moneda central y la oferta monetaria. La flexibilización cuantitativa aumenta la moneda central, que no se utiliza en el circuito económico. El impacto de la flexibilización cuantitativa solo puede ser indirecto, a través de los diferentes canales de transmisión.

Existe una versión más sutil de este temor inflacionario, a través de la “teoría del multiplicador”. El aumento del dinero del banco central daría a los bancos un poder de creación de dinero casi infinito, que luego se lanzarían de cabeza a prestar, inflando la oferta monetaria y causando inflación. Esta posibilidad es altamente improbable, como detallaremos a continuación.

Flexibilización cuantitativa y estabilidad financiera

Muchos economistas también han planteado el riesgo que supone la flexibilización cuantitativa para la estabilidad financiera. De hecho, la liquidez producida por la flexibilización cuantitativa pasa principalmente a través del sistema financiero. Afecta a la economía real sólo de forma muy indirecta y puede contribuir al desarrollo de burbujas especulativas. El canal de precios de los activos, por lo general, puede constituir el comienzo de un aumento repentino de los precios de las acciones. Así lo demuestran también las investigaciones de tres economistas del Banco de los Países Bajos (Tom Hudelpohl, Ryan van Lamoen y Nander de Vette). Sin embargo, no hay consenso sobre este tema.

Flexibilización cuantitativa y desigualdades

Varios economistas señalan que la flexibilización cuantitativa beneficia principalmente a quienes poseen capital (inmuebles, acciones, etc.) y, por tanto, excluye a los menos favorecidos. Este argumento tiene sentido a la luz de los canales de transmisión del QE. La mayoría de ellos tienen como objetivo simplificar las inversiones y obtener mejores rendimientos. Los defensores de la flexibilización cuantitativa responden, en esencia, que los efectos beneficiosos de la flexibilización cuantitativa sobre el crecimiento fomentan el empleo y que, por tanto, también se benefician los menos favorecidos. El consenso científico sobre este tema es más bien favorable a la flexibilización cuantitativa, que tendría poco impacto en las desigualdades o incluso contribuiría a reducirlas.

EL flexibilización cuantitativa ¿Es realmente efectivo?

Flexibilización cuantitativa y trampa de liquidez

Más allá de los riesgos adicionales que puede generar el QE, su eficacia es cuestionada por muchos economistas. Entre los economistas escépticos, podemos citarPaul Krugman, Premio Nobel de Economía en 2008. Durante su investigación sobre la trampa de liquidezYa había anticipado una posible falta de eficacia del QE.

La trampa de liquidez representa una situación en la que el dinero y los productos financieros son perfectamente sustituibles para los agentes. Se produce cuando los tipos de interés están cerca de cero. yoLos agentes económicos no están dispuestos a invertir y anticipan una caída de los precios. Esta anticipación los empuja a acumular: guardan su dinero y posponen su consumo. Esta conducta inicia un círculo vicioso de deflación. Krugman, retomando a Keynes, había formulado entonces la idea de que aumentar la oferta monetaria no tendría el impacto deseado. La política monetaria llevada a cabo por el Banco de Japón se asemeja mucho a esta situación. En retrospectiva, podemos ver claramente que el uso de la flexibilización cuantitativa no sacó a Japón de su situación económica estancada.

La flexibilización cuantitativa y la oferta monetaria

Para el economista canadiense Marc Lavoie, no hay garantía de que la flexibilización cuantitativa conduzca a un aumento de la oferta monetaria. Se moviliza por una razón sencilla: la demanda de crédito es el motor de la oferta la mayor parte del tiempo, y no al revés. Como se ha explicado anteriormente, son los bancos los que, con diferencia, crean la oferta monetaria a través del crédito. Sin embargo, los créditos concedidos por los bancos dependen sobre todo de la demanda: los bancos sólo prestan si los agentes económicos lo desean. Sin embargo, si la situación económica hace que muchas empresas y hogares sean reacios a endeudarse, o demasiado frágiles, entonces la flexibilización cuantitativa no conduce a una creación monetaria sostenida. Este razonamiento se puede resumir en el adagio “no se le da agua a un burro que no tiene sed” (los economistas angloparlantes suelen utilizar la imagen “Empujando una cuerda”).

¿Cómo salir de la flexibilización cuantitativa?

Desde 2022, la mayoría de los bancos centrales que habían implementado programas de flexibilización cuantitativa han hecho un cambio: ajuste cuantitativo (QT) Ahora están intentando reducir el tamaño de sus balances. Sin embargo, si bien implementar la flexibilización cuantitativa es relativamente sencillo, volver atrás no lo es tanto. Con el aumento de los tipos de interés clave desde 2022, los bonos comprados por los bancos centrales durante un período de tipos muy bajos han perdido mucho atractivo porque rinden poco. Como resultado, su valor de cambio en el mercado secundario ha caído drásticamente.

Si un banco central quiere venderlos, corre el riesgo de incurrir en pérdidas. Se trata entonces de decidir si el banco debe volver a crear dinero para cubrir sus pérdidas (con riesgo de inflación) o si el Estado y, por tanto, el contribuyente deben refinanciar al banco central. Aunque, desde un punto de vista técnico, un banco central no puede quebrar, las pérdidas que sufre dan lugar a muchos debates.

Conclusión sobre la flexibilización cuantitativa

En conclusión, no existe un consenso claro entre los economistas sobre los efectos del QE. Su uso en economía se ha limitado a un tiempo relativamente corto, lo que aporta poca perspectiva, y siempre se ha vinculado a diversos contextos de crisis.

Por lo tanto, extraer lecciones generales es una tarea difícil. Aún podemos intentar un breve resumen: “La flexibilización cuantitativa tiene impactos visibles en las variables financieras, pero menos en las variables económicas. Sus efectos en el crecimiento y la inflación son moderados, incluso débiles. El impacto de la flexibilización cuantitativa es muy variable en el espacio y el tiempo. No causa hiperinflación, no aumenta realmente las desigualdades, pero puede crear inestabilidad financiera”. Este resumen debe considerarse como una instantánea muy imperfecta.

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