En el desierto de Lompoulla empresa Eramet Grande Côte Use un gran coqueteo, considerado el más grande del mundo. Esta máquina colosal extrae diariamente 150,000 toneladas de arena diariamente, de las cuales solo el 2 % se mantienen para atacar minerales como ilmenita, rutilo y circón, esencial para las industrias nucleares y cerámicas. Esta actividad transforma radicalmente el paisaje local.
Desde 2014, la compañía francesa ha sido acusada de degradar el medio ambiente en la región de Niayesque produce el 60 % de las frutas y verduras del país. Las aldeas enteras se han movido, destruyeron parcelas agrícolas y cientos de árboles sacrificados, mientras que la mina avanza treinta metros todos los días, amenazando el equilibrio ecológico regional.
Graves consecuencias en el ecosistema local
Las comunidades locales denuncian el acaparamiento de tierras y la sobreexplotación de los recursos hídricos. Algunos aldeanos afirman haber recibido una compensación mínima, mientras que otros, como los empresarios turísticos, resisten ferozmente las expropiaciones. Una situación que se ha vuelto poco vivible para muchos, que ya no duda en ser conocida.
La creciente oposición se desarrolla contra Eramed. Empresarios, campesinos y funcionarios electos como Diagne Birame Mbaye Presente una queja, denunciando una compensación insuficiente. Las manifestaciones se están volviendo cada vez más frecuentes, con consignas como ” Eramed (Eso es suficiente en Wolof).
Un desafío cada vez más animado
A pesar de las críticas, la empresa se beneficia de los apoyos institucionales. Malick Ndiaye, ex ejecutivo de Eramet, que se convirtió en ministro, ilustra estas conexiones privilegiadas. Los parlamentarios como Guy Marius Sagna intentan presionar para una comisión de investigación, apoyada por empresarios como Julien Potron que denuncian con la determinación de la destrucción ambiental.