El Museo Eretz Israel de Tel Aviv acoge una exposición que dejará huella hasta el 18 de febrero: “Testimonio local”, la exposición anual del fotoperiodismo israelí, este año dedicada casi en su totalidad a la guerra desde el 7 de octubre.
Entre las 9.000 fotografías recibidas, se seleccionaron cuidadosamente unas 170 fotografías y 7 vídeos para contar la historia de este año trágico. La Foto del año, de Chen Schimmel –sólo la segunda mujer en ganar este premio– captura a un hombre de rodillas, absorto en la búsqueda de restos humanos tras las masacres. “Hay algo muy tranquilo que emerge, este silencio… junto a las manchas de sangre”, explica Anat Saragusti, comisaria de la exposición. La exposición también cubre otros momentos notables de 2023, como esta sorprendente fotografía de Abir Sultan que muestra a judíos ultraortodoxos mirando perplejos un fragmento de un misil iraní. Un cliché que “resume el año completamente loco” que vive el país. El comité tomó fuertes decisiones éticas, en particular no exponer los cuerpos de las víctimas. “El suceso sigue sangrando, es un detonante para mucha gente”, explica el comisario. En lo que respecta a Gaza, sólo se presentan fotografías tomadas por fotógrafos israelíes, ya que los fotógrafos palestinos rechazaron la invitación a participar.
La exposición no es todo oscuridad. La serie fotográfica del año, de Ziv Koren, sigue el camino de reconstrucción de una familia (dos padres y su bebé) después de largos meses de rehabilitación. “Era importante mostrar también notas de esperanza, de posibilidad de reconstrucción y renovación”, subraya Saragusti.
Inicialmente, los organizadores esperaban incluir fotografías del regreso de todos los rehenes para la inauguración de diciembre. Si este aún no es el caso, la exposición sigue abierta a novedades y esperanzas, como lo demuestran los últimos lanzamientos.
El “testimonio local” ofrece así un marco necesario para congelar un flujo continuo de información. “Hoy dedicamos nuestro tiempo a compartir vídeos. Con una foto puedes detenerte, deconstruirla, tomarte el tiempo para observar los detalles”, concluye este ex fotógrafo de prensa, destacando el particular poder de la fotografía en la narración de la historia.