un ciudadano de Cap-Acadie da la alarma

un ciudadano de Cap-Acadie da la alarma
un ciudadano de Cap-Acadie da la alarma
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Los residentes de varios municipios del sureste de Nuevo Brunswick afirman que cada vez tienen más dificultades para recibir servicios en francés en las empresas de la región. Hemos visto multiplicarse este tipo de denuncias, especialmente en Dieppe. Ahora es el turno de los ciudadanos de Cap-Acadie de hacer sonar la alarma.

Ginette Gallant se dirigió a los miembros del consejo municipal el lunes por la noche para denunciar esta situación cada vez más frecuente.

“Fui a Tim Horton’s y pedí un café grande. La persona respondió: Lo siento, no hablo francés. Cuando sirves café todo el día y no sabes lo que significa café, leche y dos azúcares, creo que es porque la persona no quiere esforzarse”, dice Ella.

“Creo que es hora de que la gente de Cap-Pelé se ponga firme. Estamos orgullosos de ser bilingües, pero también estamos orgullosos de hablar francés. Entiendo que en Moncton tenemos más del 50% de posibilidades de recibir servicios en inglés, pero no en la región de Cap-Acadie”.

Dice que no hay excusa para que un trabajador, independientemente de su origen, no se esfuerce por aprender el idioma principal de su nuevo entorno.

“Trabajé durante mucho tiempo en Montreal en todo tipo de campos. Si alguien de habla inglesa viniera a verme, nunca le diría que no hablo inglés. Hice todo lo posible para servirle”, explica.

“Esta es la actitud que debemos tener aquí en Cap-Acadie. Me niego a pagar si alguien no me habla en francés. A mi pareja obviamente no le gusta, pero si no me hablan en francés, no pago y me voy. No es complicado”.

El alcalde Serge Léger intentó abordar sus preocupaciones, sin mucho éxito.

“Pido disculpas, pero intentarlo no es suficiente. Me alegra mucho dar la bienvenida a los recién llegados, no soy racista. Pero observo que esta gente no hace ningún esfuerzo por hablar francés”.

El alcalde coincide en que se trata de un tema muy delicado.

Dice entender las preocupaciones de los ciudadanos, pero las soluciones son limitadas al tratarse de empresas privadas.

“EM. Galán tenía toda la razón. Estamos trabajando en este problema y tratando de encontrar una solución. Quizás la Cámara de Comercio también tendría un papel que desempeñar en esto”, menciona.

“Me gustaría tener una respuesta mágica, pero no la tengo”.

Como ocurre en Dieppe o en otros lugares, el alcalde precisa que podemos concienciar y animar a las empresas a contratar personas que hablen francés, pero no obligarlas.

“Nos gustaría encontrar una solución lo antes posible. Veremos con la organización CAFI (centro francófono de acogida y apoyo a los inmigrantes) qué podemos hacer”.

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