“Ernest Cole, fotógrafo” o el sacrificio de un exiliado sudafricano reconstruido por el cineasta Raoul Peck

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El apartheid lo alejó de Sudáfrica, su país. Pero el fotógrafo Ernest Cole, autor del famoso Casa del límite (La casa de servidumbre1967) que denunció el régimen segregacionista sudafricano, siempre quiso volver a casa. Esto dice Raoul Peck en su último documental Ernest Cole, fotógrafoen cines el 25 de diciembre de 2024. A partir del descubrimiento en 2017 de más de 60.000 fotografías y negativos del artista en un banco sueco, Peck construye una poderosa y magistral narrativa fotográfica en primera persona.

Autodidacta que descubrió la fotografía a finales de los años cincuenta, Ernest Cole decidió documentar la vida cotidiana en Sudáfrica al estilo de Cartier-Bresson en El pueblo de Moscú. Pero vivir allí significa presenciar un régimen segregacionista donde los negros son tratados como infrahumanos en sus tierras. Poco a poco, Cole acumula evidencia de la inhumanidad que se desarrolla en su país. Los riesgos asumidos le obligan, por ejemplo, a fotografiar mientras camina. En el punto de mira del régimen, acabó exiliándose en 1966. Cole se instaló entonces en Estados Unidos.

Como hizo con el escritor y activista afroamericano James Baldwin al utilizar sus palabras para retratarlo en No soy tu negro, Raoul Peck utiliza aquí las fotografías de Ernest Cole, en particular aquellas cuya existencia desconocíamos. El cineasta explota a la perfección algunas de las series del fotógrafo que imaginamos fueron diseñadas con esto en mente. Ambos artistas, con años de diferencia, demuestran que la puesta en escena es clave a la hora de sujetar un objetivo, independientemente de si la imagen es estática o dinámica.

En blanco y negro, en color, fotografías de personas anónimas y de Ernest Cole permiten a Raoul Peck reconstruir el errático viaje del artista sudafricano a partir de testimonios y archivos. En este último descubrimos la vida cotidiana de las personas, la vida política en Sudáfrica y América, Nelson Mandela, los políticos sudafricanos o extranjeros y los rostros de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Es también una historia de la América de los años 70 y 80 que el fotógrafo, una vez olvidado, escribió con sus fotografías.

En Estados Unidos, donde Cole creía haber escapado de la segregación, se enfrenta una vez más a la poco envidiable situación de los negros. Su reportaje fotográfico sobre los afroamericanos en el sur rural revela otra cara de Estados Unidos, una en la que teme que lo maten, mientras que en Sudáfrica solo temía ser arrestado. Esta tierra de libertad, como muestran sus fotografías de parejas mixtas –impensable en Sudáfrica– se convierte en el escenario de todas las decepciones, incluida la del exilio.

“Siento nostalgia y no puedo volver”.confiesa el narrador Ernest Cole, a quien Raoul Peck presta su voz en francés. El artista sudafricano también cuenta su historia con palabras extraídas de sus escritos y de los testimonios recogidos por Peck. Se refieren a la nostalgia que acabó con la vida de muchos de sus compatriotas que llegaron, como él, a refugiarse en Estados Unidos. Un dolor que algunos han sabido superar, como Miriam Makeba. La cantante también denunció el apartheid en todos los escenarios del mundo y en las Naciones Unidas.

Ernest Cole, fotógrafo recuerda la actitud expectante de la comunidad internacional hacia Sudáfrica. Por ejemplo, cuando a mediados de los años 1980 todavía estábamos debatiendo las sanciones que debían imponerse a un país que exigía que la mayoría de sus ciudadanos llevaran un “pasaporte de referencia” alrededor del cuello, como animales, para esperar moverse en completa paz. En aquella época, los negros eran tratados como mercancías cuando un cartel decía “mercancías y no europeos” en esto “tierra de signos” que era Sudáfrica durante el apartheid. Un sistema descrito entonces por el Primer Ministro Hendrik Verwoerd como “una política de buen vecino”. Su asesinato lanzará la carrera de Cole en Estados Unidos: la noticia ha dado a sus fotografías un valor añadido superior al de la revista Popa había rechazado antes de cambiar de opinión.

En África, en Europa, particularmente en Suecia, donde fue por primera vez en 1968, o en América, la segregación racial persigue a Ernest Cole como un mal olor que se pega a la piel. “El hombre total no tiene una sola experiencia”, dijo el fotógrafo, como una consigna para resistir. El documental de Raoul Peck es una reflexión inesperada sobre los tormentos del exilio a través del retrato de uno de los que, en Sudáfrica, se alzaron contra el apartheid.

Cole nunca dudó de que su país algún día sería libre. Su fe, compartida por muchos de sus compatriotas, dio sus frutos. Su sacrificio valió la pena y quizás esta comprensión finalmente alivie su dolor más allá de la tumba. Ernest Levi Tsoloane Kole, nacido el 21 de marzo de 1940 en Pretoria, murió a la edad de 49 años en Nueva York a causa de un cáncer de páncreas, pocos días después de la liberación de Nelson Mandela el 11 de febrero de 1990. Madiba, como llamaban los sudafricanos, se convirtió en el primer presidente negro de la nación arcoíris.

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El cartel de “Ernest Cole, fotógrafo” (DISTRIBUCIÓN CÓNDOR)

Género : documental
Director : Raúl Peck
Paga :ESTADOS UNIDOS
Duración :1h46min
Salida: 25 diciembre 2024
Distribuidor : Distribución del cóndor


Sinopsis: Ernest Cole, un fotógrafo sudafricano, fue el primero en exponer al mundo los horrores del apartheid. Su libro House of Bondage, publicado en 1967, cuando sólo tenía 27 años, le llevó a exiliarse en Nueva York y Europa durante el resto de su vida, sin jamás orientarse. Raoul Peck relata sus andanzas, sus tormentos como artista y su ira diaria, ante el silencio o la complicidad del mundo occidental ante los horrores del régimen del Apartheid. Cuenta también cómo, en 2017, se descubrieron 60.000 negativos de su obra en la caja fuerte de un banco sueco.

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