El pintor de Le Creusot, si dio colores a la industria siderúrgica, también destacó con la tinta china y el carboncillo. Se podrá descubrir una selección hasta el 10 de noviembre. No te lo puedes perder.
La obra de Raymond Rochette, aunque no inagotable, es sumamente rica. Sabemos que el pintor, inicialmente maestro de escuela, fue uno de los primeros en añadir color a los mundos industriales y, más concretamente, a los de Le Creusot.
En la época de la fotografía en blanco y negro permitía al mayor número posible de personas descubrir en color lo que veíamos en las fábricas. Y hoy podemos comprobar que la autorización que le concedieron los establecimientos Schneider permitió a Raymond Rochette crear una obra única. Ya por la cantidad de cuadros que creó. Pero también porque tiene un valor patrimonial real.
Pero al pintor también le gustaba trabajar con tinta china. Florence Amiel, su hija, que dedica mucho tiempo a exponer las pinturas de su padre, acaba de seleccionar y reunir veintidós cuadros realizados con tinta china y carboncillo. Allí encontramos la fábrica, pero también paisajes, de Creusot, o incluso de Autun y Morvan. Esta exposición temporal, denominada “Sombras y luces”, se podrá descubrir en la Maison Rochette, entre La Marolle y Les Vernizeaux, en el número 54 de la ruta de Saint-Sernin, en Le Creusot, todas las tardes, de 14 a 17 horas, a partir de este domingo. 3 de noviembre, hasta el domingo 10 de noviembre. El sábado por la tarde tuvo lugar una pequeña presentación entre amigos.
AB
(Fotos Alain BOLLERY)
Nota del editor: Para evitar reproducciones, tomamos primeros planos de las pinturas expuestas. ¡Por lo tanto, se pueden descubrir en su totalidad in situ!
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