un retrato denso y sutil

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“Cepilladoras de parquet” (1875), de Gustave Caillebotte. RMN-GRAND PALAIS (MUSÉE D’ORSAY)/FRANCK RAUX

FRANCIA 5 – VIERNES 1 DE NOVIEMBRE A LAS 22:55 – DOCUMENTAL

Mientras el Museo de Orsay dedica una exposición a Gustave Caillebotte (1848-1894) centrada en su representación de los cuerpos masculinos, France 5 propone un documental que amplía este campo. Abordando al mismo tiempo la vida del pintor, la época que lo acogió y su compromiso con los impresionistas, la película de Lise Baron –directora rigurosa, apegada a la coherencia del contenido y de la forma– multiplica los puntos de vista y afina los encuadres, como el pinturas del artista.

Lea la reseña: Artículo reservado para nuestros suscriptores. Una mirada parcial a Gustave Caillebotte, en el Museo de Orsay

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Primeros planos de los trazos gruesos del pincel y los efectos de luz de los lienzos, imágenes de archivo en blanco y negro del París de la segunda mitad del siglo XIX.mi En este siglo, los extractos cinematográficos se entrelazan e interactúan para crear, en última instancia, una historia viva, densa y sutil.

Todo comienza en el París gris, triste e insalubre que el plan urbanístico y las grandes obras haussmannianas están a punto de transformar. Las chozas destruidas y las calles destrozadas dan paso gradualmente a grandes edificios y amplias avenidas. Aparecen perspectivas que marcan el imaginario del joven Caillebotte, cuya familia se instala en una mansión privada situada entre el parque Monceau y la estación Saint Lazare. Fue allí donde, entre sus tres hermanos, Caillebotte creció, pasó su adolescencia y comenzó a estudiar derecho. La guerra de 1870 y luego los acontecimientos de la Comuna cambiaron sus planes.

Ruta de color

Caillebotte comenzó a pintar extensamente e ingresó en la Escuela de Bellas Artes. Tras interesarse de cerca por el entorno familiar (burgués) y el contexto histórico (atormentado y sangriento) en el que se desenvuelve el joven, el documental toma el camino del color y la luz. Elementos favorecidos precisamente por el emergente movimiento impresionista -agotado por la crítica-, que apasionaba a Caillebotte. Hasta el punto de que, incansablemente, apoyó a Monet, Degas, Renoir, Pissarro, Sisley, de quienes adquirió numerosos cuadros. Por ellos, movió cielo y tierra, les proporcionó ayuda financiera y recorrió París en busca de lugares donde poder exponerlos.

Sin embargo, Caillebotte no descuida su propia creación, como muestra el documental, que se detiene y estudia cada uno de los cuadros seleccionados, describiendo sus composiciones. Que, con su primer y segundo plano, su profundidad y fuera de campo, sus ángulos altos y bajos, parecen anunciar el cine. Cepilladoras de parquet, Joven en la ventana, Almuerzo, El puente de Europa… ilustran esta modernidad. Como la partitura, a veces discordante, que Clémence Ducreux compuso para esta película, cuya producción abraza el espíritu de la obra a la que está vinculada.

Gustave Caillebotte, héroe discreto del impresionismode Lise Baron (Fr., 2024, 55 min).

Véronique Cauhapé

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