Entre patrimonio natural, infraestructuras adaptadas y ambiciones ecológicas, Gruissan se afirma como un lugar imprescindible para los ciclistas. Apoyada por proyectos innovadores y etiquetas reconocidas, la ciudad hace todo lo posible para combinar el turismo sostenible y el placer de las dos ruedas.
22 millones de franceses van en bicicleta durante las vacaciones. Y algunos de ellos lo hacen en Gruissan, que se está convirtiendo rápidamente en un destino de referencia para los ciclistas. En cualquier caso, este es el objetivo de la oficina de turismo de la localidad, que trabaja allí desde hace muchos años: “Gruissan es, a través de su historia, su puerto deportivo y su pueblo pesquero, un destino azul imprescindible. Pero también es un destino verde, con su lado natural y sus sitios patrimoniales. Y descarbonizar la economía, incluido el turismo, es uno de los retos del siglo”explica Joan Baco, director de la oficina de turismo de Gruissan.
Con sus 21 km de carriles bici, todo Gruissan es accesible en bicicleta: “Podemos ir a cualquier parte en menos de 15 minutos”dice. Infraestructura por la voluntad política de hacer una ciudad sin coches. “Obviamente, el objetivo no es eliminarlo, sino ponerlo en el lugar que le corresponde y evitar que los turistas se encuentren en el mismo estrés que los atascos cotidianos”.precisa Joan Baco.
Desde hace poco más de diez años, el puerto cuenta con una Ecoestación que alquila una docena de bicicletas eléctricas para navegantes. Nueva incorporación a la flota, una bicicleta de carga asistida eléctricamente: “Ir de compras, llevar a los niños a la playa, sigue siendo más agradable que ir en coche”subraya Joan Baco. Esta flota también se utiliza durante los paseos guiados en bicicleta que ofrece la OT.
Etiqueta de bienvenida para bicicletas: la garantía de una acogida que cumpla con las normas
Lanzado hace unos meses, el sello de acogida de la bicicleta reúne ya a una treintena de socios: “Y esta es sólo la primera ola”señala Alain Combres, de Gruissan OT. Esta etiqueta pretende ser beneficiosa para todos: por un lado, para garantizar a los turistas ciclistas que encontrarán todo lo que necesitan, ya sea un lugar seguro para aparcar su bicicleta, recargarla o repararla, y para los profesionales del turismo. , para atraer a esta nueva clientela. Sobre todo porque la ruta EuroVelo 8 que conecta Cádiz con Atenas pasa cerca de Gruissan. ¿Quién planea abandonar sus estudios? “Pasaría por Béziers, Fleury, Narbonne y Gruissan, para permitir una ruta marítima a quienes prefieren la costa”señala Joan Baco. Y así, poner de relieve la ciudad, atraer más cicloturistas.
Porque los cicloturistas gastan más que sus compatriotas amantes del coche: la cesta media de un ciclista (que busca rendimiento, incluso fuera de competición) asciende a 104€, cuando llega a 68€ para el cicloturista (que por tanto viaja en bicicleta), y 48 para el turista clásico.
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Para alcanzar sus objetivos de expansión del ciclismo, la oficina de turismo cuenta con el apoyo del centro ciclista, una herramienta creada por la región de Occitania: “Somos uno de los destinos piloto seleccionados, como destino costero, hemos sido seleccionados por los proyectos ya aprobados y nos beneficiaremos durante dos años de un marco y apoyo”.explican Joan Baco y Alain Combres. Al final se definirá qué es un destino ciclista y qué modelo desarrollar. “Estamos ante un desafío inteligente, acorde con nuestro territorio y nuestras ambiciones, para, a nuestra escala, contribuir a la transformación del turismo”concluye Joan Baco.
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