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un golpe americano

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Según los informes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha obligado a la Fórmula 1, que recientemente aceptó la solicitud de Cadillac como nuevo equipo a partir de la temporada 2026.

El anuncio de la llegada de Cadillac a la Fórmula 1 para la temporada 2026 sorprendió a muchos observadores. Si algunos aficionados estadounidenses acogen con satisfacción esta decisión, parece sobre todo el resultado de la presión política y jurídica ejercida por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ).

Una investigación antimonopolio en el centro de las tensiones

Todo empezó con el ambicioso proyecto de Michael Andretti, que quería introducir un nuevo equipo en la F1 mediante un proceso de selección supervisado por la FIA. Sin embargo, este sueño encontró una feroz oposición por parte de Liberty Media, propietaria de los derechos comerciales del campeonato, que exigía sólidas garantías financieras para proteger los intereses de los diez equipos actuales.

Esta negativa rápidamente despertó el interés del Departamento de Justicia, que inició una investigación antimonopolio en agosto. Según la información transmitida por el periodista Joe Saward, esta investigación habría arrojado luz sobre comunicaciones confidenciales entre ejecutivos de Liberty Media y varios equipos influyentes, entre ellos Mercedes, Ferrari, Aston Martin, McLaren y Red Bull. Estos intercambios, realizados a través de WhatsApp, habrían revelado una colusión destinada a impedir la llegada de nuevos competidores.

Cadillac: una solución política y económica

Ante la creciente presión del Departamento de Justicia y el riesgo de un escándalo público, Liberty Media optó por una solución rápida. La entrada de Cadillac, filial de General Motors, fue validada como un compromiso. Esta elección no sólo ayuda a aliviar las tensiones políticas, sino que también atrae al público estadounidense al integrar una marca nacional en la red.

El proyecto inicial, liderado por Andretti, fue reestructurado bajo la dirección de Dan Towriss para favorecer una imagen más “corporativa” y evitar enfrentamientos directos. La ausencia de Andretti en el anuncio oficial de Cadillac también atestigua las tensiones persistentes entre las diferentes partes.

Un modelo económico bajo presión

Si Cadillac puede alegrarse de su futura entrada en la Fórmula 1, esta decisión pone de relieve los fallos del actual modelo económico del deporte. Los intereses económicos y políticos parecen alejar cada vez más el campeonato de su esencia deportiva.

La Fórmula 1 tendrá que encontrar un equilibrio entre sus ambiciones económicas y el espíritu de competición. Queda por ver si la llegada de Cadillac marcará un nuevo comienzo o si sólo exacerbará las divisiones entre quienes participan en el deporte.

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