Puede que Max Verstappen haya ganado su cuarto campeonato mundial de Fórmula 1 en 2024, pero sus acciones fuera de la pista tras una controvertida penalización por servicio comunitario han despertado admiración. El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, elogió los esfuerzos del holandés durante su reciente servicio en Ruanda, donde Verstappen participó en un programa de desarrollo del deporte de motor de base.
La sanción a Verstappen se debió a un incidente durante el fin de semana del Gran Premio de Singapur, donde su uso público de malas palabras durante una conferencia de prensa generó críticas. Aunque Verstappen expresó su decepción por la decisión, abordó su servicio comunitario con profesionalismo y humildad, dejando una huella duradera al interactuar con jóvenes aspirantes a conductores en Ruanda.
Trabajando con el Club del Automóvil de Ruanda (RAC), Verstappen pasó tiempo con cientos de niños involucrados en karting y otras actividades de carreras en la base. La FIA compartió su agradecimiento en las redes sociales, reconociendo la voluntad de Verstappen de aprovechar la oportunidad.
“Devolver algo a la comunidad. Gracias Max” publicó la FIA en X, acompañando imágenes de Verstappen interactuando con pilotos jóvenes.
El presidente de la FIA, Ben Sulayem, elogió la dedicación de Verstappen y dijo que había cumplido con sus obligaciones con sinceridad. Ben Sulayem destacó la importancia más amplia de tales iniciativas y sugirió que el servicio comunitario debería convertirse en un requisito obligatorio para obtener una superlicencia de Fórmula 1, en lugar de limitarse a sanciones.
“Todos deberían contribuir. Quizás en el futuro el servicio comunitario no debería ser un castigo, sino que se convierta en una parte obligatoria de la superlicencia para los pilotos de Fórmula 1”. dijo Ben Sulayem.
Enfatizó la importancia de que los conductores retribuyan a las comunidades, destacando el valor que esto aporta al alcance y popularidad global del deporte.
Max Verstappen: predicar con el ejemplo
La estancia de Verstappen en Ruanda fue un testimonio de su compromiso de fomentar la próxima generación de talentos en el deporte del motor. Interactuó con niños y niñas que aprendían los conceptos básicos del karting e incluso trabajó junto a equipos para construir y mantener sus autos.
“Illinois [Verstappen] Estaba allí, estaba con los niños y niñas que construyeron el auto, y también estaban las niñas que hacían karting por primera vez. Había unos cientos de ellos”. dijo Ben Sulayem.
¿Una nueva era de responsabilidad en el deporte del motor?
Las acciones de Verstappen podrían sentar un precedente para que los pilotos de F1 asuman mayores responsabilidades comunitarias. Según se informa, la FIA está considerando integrar el servicio comunitario en la superlicencia, una medida que podría impulsar la imagen global y la accesibilidad del deporte.
Esta iniciativa se alinea con la misión más amplia de la FIA de hacer que el deporte del motor sea más inclusivo e inspirador para las comunidades subrepresentadas. Al aprovechar la notoriedad de pilotos de F1 como Verstappen, programas como el de Ruanda podrían generar nuevos intereses y oportunidades en regiones tradicionalmente desatendidas por el deporte del motor.
¿Cuáles son los próximos pasos para Verstappen y la F1?
A medida que la temporada 2024 llega a su fin, los conductores, incluido Verstappen, disfrutarán de unas merecidas vacaciones de invierno. Con la campaña 2025 en el horizonte, el impulso de la FIA para un servicio comunitario obligatorio podría hacerse realidad, asegurando que los pilotos de Fórmula 1 contribuyan no sólo dentro de la pista, sino también fuera de ella.
Para Verstappen, su legado como campeón ahora incluye una contribución significativa al futuro de los cimientos del automovilismo, lo que demuestra que incluso en medio de la controversia, sigue siendo un líder tanto dentro como fuera de la pista.
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