Esta reunión tuvo lugar en presencia de miembros de los fabricantes, el promotor del WRC y un representante de las tripulaciones.
El punto más importante del reglamento es probablemente el coste máximo fijado en 345.000 euros, un precio muy cercano al de los Rally2 actuales. Con la normativa de 2022 y la llegada del híbrido, el coste de un coche se estimaba en un millón de euros. Según los primeros comentarios de los equipos, este nuevo coste máximo será imposible de alcanzar y rondará los 500.000 euros.
Para explicar tal reducción de precio, la FIA simplemente mencionó que “También se ahorrará en el diseño técnico de ciertos componentes, haciéndolos más duraderos durante un rally”. Por el momento no se han comunicado datos precisos, como potencia, peso o detalles sobre la transmisión.
Además de reducir el costo de los autos en sí, los costos operativos de los equipos deben reducirse limitando el personal, reduciendo los costos de transporte logístico, aumentando el uso de las instalaciones de la flota de servicio local y aumentando la conectividad de datos para ayudar a la ingeniería remota.
El otro punto muy importante de este nuevo reglamento es la posibilidad de que cada fabricante elija su sistema de propulsión entre térmicas con combustible sostenible, híbridas o incluso 100% eléctricas. Según la FIA, el objetivo inicial es mantener los motores térmicos hasta 2027, antes de ver una diversificación de tecnologías en los años siguientes. Luego se podría utilizar un parómetro para permitir que cada solución sea competitiva.
En cuanto a la carrocería, esta categoría continuará con los chasis tubulares, y la FIA ofrecerá una célula de supervivencia común a todos los fabricantes, una vez más para reducir costes. Con esta solución, todos los diferentes tipos de cuerpo serán posibles,
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