Con DeepSeek-V3, China puede tener motivos para preocuparse por OpenAI y los grandes grupos estadounidenses. Su enfoque de código abierto, en un sector cada vez más dominado por grupos privados, le permite moverse rápidamente, por mucho menos dinero.
En apenas unos años, China se ha consolidado como el país líder en innovación tecnológica. Asociado durante mucho tiempo a una imagen de ensamblador y/o fotocopiador, el país de Huawei y Xiaomi es hoy el que más invierte en investigación, con la esperanza de destronar a Estados Unidos. Además de los teléfonos inteligentes y los ordenadores, China ahora es capaz de diseñar sus propios chips y recientemente se ha convertido en líder en el sector del automóvil.
Por delante de la inteligencia artificial generativa gracias a empresas como OpenAI, Google y Meta, Estados Unidos ha pensado durante mucho tiempo que mantendría su liderazgo el tiempo suficiente para mantener a raya a China. Sin embargo, dos años después del anuncio de ChatGPT, China afirma haberlos destronado.
DeepSeek: la fábrica de modelos china
Fundada en 2023, DeepSeek avanza rápidamente. En menos de un año, ha logrado poner en línea varios modelos considerados eficaces, en particular gracias a un esfuerzo financiero muy importante por parte de los actores chinos. DeepSeek funciona tanto en LLM clásicos (como GPT-4o), LLM entrenados para tareas (codificación, por ejemplo) como en modelos de vanguardia, capaces de “pensar” (como o1 u o3).
Su última hazaña se llama DeepSeek-V3 y se anunció el 26 de diciembre de 2024. En el programa de este nuevo modelo:
- Una interfaz 100% inspirada en la de ChatGPT, con animaciones muy similares. Incluso hay un botón de búsqueda, con un motor de búsqueda integrado.
- Una velocidad de escritura claramente creciente (60 tokens/palabras por segundo).
- Un modelo de código abierto completamente, con 671 mil millones de parámetros (eso es más que Meta Llama 3.1, el mejor modelo de código abierto americano).
- Un coste de formación estimado en 5,5 millones de dólares, que algunos estiman 10 veces menos que el de los estadounidenses, con 14,8 billones de tokens analizados para la formación.
- Una API significativamente más barata, que podría animar a muchos desarrolladores a utilizar DeepSeek, si es realmente eficaz, en lugar de GPT-4o u otra solución americana.
Según los puntos de referencia publicados por DeepSeek, su modelo V3 es comparable a GPT-4o (OpenAI) y Claude-3.5-Sonnet (Anthropic), los dos LLM más populares en Estados Unidos. DeepSeek-V3 funciona aún mejor con matemáticas y codificación, mientras que, naturalmente, sobresale en chino. Todo esto aún está por demostrar (los primeros probadores indican que DeepSeek a veces parece confundirse), pero es, sin embargo, muy prometedor. Especialmente por un costo tan bajo.
¿Estados Unidos debería preocuparse por DeepSeek-V3?
En pocos meses y con relativamente poco dinero, los ingenieros contratados por China habrían logrado igualar el GPT-4o, el modelo predeterminado de ChatGPT. Por supuesto, aún quedan muchas ventajas en OpenAI (multimodalidad, modo de voz, integración, generación de imágenes y vídeos, etc.), pero la hazaña sigue siendo impresionante. DeepSeek tiene tanto más éxito en su golpe de comunicación cuanto que su último anuncio está provocando una reacción en Estados Unidos, donde los anteriores sólo interesaban a un público muy informado. El jefe de Perplexity está incluso sorprendido por la política estadounidense contra el código abierto, que ralentizaría a los investigadores. En resumen, Estados Unidos ha mordido el anzuelo y está preocupado por el ascenso chino.
Otro punto fuerte: DeepSeek-V3 ya está disponible de forma gratuita. Cualquiera puede intentarlo.
Además de las hazañas de DeepSeek, que quiere ser el ChatGPT de China, China está financiando otros modelos de vanguardia. Entre ellos, CogVideoX, HunyuanVideo (Tencent) y Kling para generar vídeos o Qwen en Alibaba. Todos tienen una cosa en común: el código abierto. Un enfoque diferente al de Estados Unidos, que permite a los investigadores ir más rápido, con muchos más datos.
La única incógnita: ¿cómo reaccionarán los Estados Unidos de Donald Trump, que conocen bien esta competencia china? Una guerra tecnológica como la de Huawei no es imposible para frenar la investigación china.