En la Fórmula 1, como en otros lugares, pasan los años, pasan las generaciones y el equilibrio cambia. Hace tres años, en el corazón de una de las mejores temporadas de la historia, Max Verstappen era el niño que se enfrentaba a la leyenda Lewis Hamilton, que en ocasiones utilizaba el arte de la comunicación para desestabilizar a su joven oponente. Red Bull, con cuatro títulos con Sebastian Vettel, había visto otros pero la pelea no fue sólo en la pista. El tres veces campeón del mundo aprendió y en su pelea contra Lando Norris eligió apuntar a… Oscar Piastri. Todo excepto una coincidencia obviamente.
“Para mí esto no es en absoluto un [deuxième pilote] y si yo fuera él, nunca lo aceptaríadijo Verstappen en vísperas de las primeras vueltas al volante en el Gran Premio de Estados Unidos. Para mí es fácil hablar, claro, porque llevo 10 años en la Fórmula 1 y es la segunda temporada de los Oscar, así que siempre es más difícil hacerse valer. Pero es un gran piloto de F1 que no merece renunciar a victorias y posiciones y pasar a un segundo plano porque se lo piden.“.
Verstappen tiene su destino en sus manos
“Supermax” nunca necesitó dejar las victorias a otros ya que Red Bull no estaba luchando por el título cuando llegó y luego destruyó metódicamente a todos sus compañeros. Obviamente podemos creer que su temperamento le habría llevado hacia sus ambiciones personales, pero aquí no le guía sólo el deseo de ayudar a su colega australiano. Cuarto en el Campeonato del Mundo de Pilotos, a 94 puntos del líder holandés, Piastri no es una amenaza. Al menos no directamente.
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Red Bull hizo sus cálculos y en Singapur el pequeño punto por la mejor vuelta conseguido por Daniel Ricciardo en el equipo hermano (Racing Bulls), última resistencia antes de su marcha, permitió a Verstappen asegurarse una cuarta corona mundial si termina las seis carreras restantes. en el calendario en segundo lugar, incluso si Lando Norris (McLaren) los gana todos con el punto de bonificación. Pero en la recta final de la temporada, el coche más rápido es de hecho naranja y ver a McLaren conseguir uno o más dobletes no sorprenderá a nadie.
La dinámica es para… Piastri
La pregunta será si Oscar Piastri desempeñará el papel del segundo perfecto o no. A decir verdad, si la temporada terminara mal para ella, nos preguntaríamos cómo McLaren logró perder el título de pilotos con el mejor coche de la parrilla. Pero esa sigue siendo la cuestión y hay que hacer todo lo posible para favorecer los diseños de Norris, el mejor clasificado del campeonato con 52 puntos detrás de Verstappen y 42 por delante de su compañero. Hazlo todo y por tanto sacrifica a Piastri.
En las últimas seis carreras, el ex piloto de Alpine ha sumado cinco puntos más que Norris (113 contra 108) y todos ven que tarde o temprano su talento le permitirá superar a este último. Ya ha dado muestras de fastidio con las instrucciones del equipo y el equipo no triunfará sin su ayuda. El equipo de Woking juega con cautela en esta recta final, algo que Verstappen entendió bien. No sabemos si conseguirá echar un granito de arena a la máquina de McLaren pero sería un error no intentarlo. Todo lo que no sea un equipo rival que mire en la misma dirección le permitirá conseguir su cuarto título.
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La ecuación es simple: con el mejor coche, McLaren debe continuar con sus éxitos, si es posible con Lando Norris y si es posible con Oscar Piastri justo detrás. Al talentoso australiano no le falta ego y no dudó en enviarlo todo a Alpine cuando sus horizontes ya no le convenían. No está exactamente en la misma posición en McLaren, pero su talento puede permitirle marcar pequeñas diferencias. Él también debe encontrar el equilibrio. Tienes que imponerte sin ofender completamente a tus jefes ni a Norris, que pueden serte útiles en el futuro. ¿Es capaz de ser dócil? Su compañero de equipo tendría la buena idea de acercarse rápidamente a Verstappen en el campeonato para consolidar aún más su posición y sus aspiraciones a la corona mundial.